POSADAS. Juan Darío Betros (38), Hernán Raúl Vargas (46) y Armando Hipólito Vallejos (52) recibieron ayer las penas más altas en el juicio que se le siguió a trece personas -entre ellas, cuatro penitenciarios federales- por transportar más de dos toneladas de marihuana en un camión de esa fuerza. Los tres, de los cuales los dos últimos eran guardiacárceles, fueron condenados a doce años de prisión, en una jornada que entregó angustia y alivio entre los imputados.Junto a ellos también fueron sentenciados Sandro Néstor Zalazar (25), a seis años; y Darío (47) y Javier Samudio (23), a 3 años y 8 meses. Los otros siete imputados que se sentaron en el banquillo fueron absueltos, entre ellos los dos choferes del camión y el acusado de trasladar la droga desde la frontera hasta el lugar de carga del vehículo, para quienes la fiscalía había pedido duros castigos.La lectura del fallo tuvo lugar cerca de las 16.10 de ayer y se llevó a cabo luego de más de cuatro horas de suspenso. Es que como pudo atestiguar PRIMERA EDICIÓN, la jornada comenzó alrededor de las 8.50 y, luego de la réplica de la fiscal Vivian Barbosa y de las dúplicas de los abogados defensores, los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas pasaron a deliberar, cerca de las 11.20.Los jueces subrogantes Lucrecia Rojas de Badaró, Eduardo Belforte y Fermín Amado Ceroleni volvieron al recinto minutos después de las 16 y procedieron a la lectura de la sentencia.El primero en ser condenado fue Betros, quien recibió doce años de prisión. Él había sido quien rompió el silencio durante la segunda jornada para confesar que había organizado todo y despegar al resto de los acusados. La fiscalía había pedido quince años.La misma pena recayó para Vargas, penitenciario federal retirado y quien pidió la mudanza mediante sus contactos, y Vallejos, en aquel momento director de insumos del Servicio Penitenciario Federal. Tanto ellos como Betros fueron hallados culpables del delito de “transporte de estupefacientes agravado por la pluralidad de participantes”, en grado de “partícipes necesarios o primarios”.Mientras tanto, Darío Zalazar fue condenado a seis años de prisión y una multa de mil pesos, al tiempo que los Samudio recibieron una pena de 3 años y 8 meses, ambos con una multa de 500 pesos. Sin embargo, los dos recuperarán la libertad en las próximas horas en virtud del tiempo de prisión que cumplieron.En cambio, las buenas noticias llegaron para los otros siete imputados. Los primeros en ser absueltos fueron el ayudante principal Emar Favián Tevez (48) y el ayudante de cuarta Sergio Daniel Briñoccoli (37). Ambos manejaban el camión del SPF que viajaba repleto de droga desde Eldorado hacia Buenos Aires aquel 24 de mayo de 2011, cuando Gendarmería Nacional lo interceptó en Paraje Mbopicuá, sobre la ruta nacional 12, cerca de Puerto Rico. Para Tevez la fiscal había solicitado diez años de prisión y para Briñoccoli, cinco. Los dos salieron ayer de prisión.También fue liberado de culpa y cargo Julio Otto Schwarz (40), acusado de transportar la droga desde la frontera con Paraguay hasta Eldorado, donde fue cargada al camión. Ocho años de cárcel había sido el pedido del Ministerio Público Fiscal.Los otro cuatro acusados también fueron absueltos. Se trata del fletero Aníbal Samudio (55); Virginia Mabel Samudio (32), mucama y actual pareja de Betros; María Estela Montiel (61), madre de Schwarz y propietaria del galpón donde se almacenó la droga en Eldorado; y el plomero Emilio Miguel Betros (63), padre del condenado.En el acta final los jueces también ordenaron la incineración de los 2296,62 kilogramos de marihuana secuestrados en aquella oportunidad, además de la devolución de los elementos decomisados en los procedimientos. También se fijó la lectura de los fundamentos para el viernes 29 de mayo a las 12. Ese día se conocerán los sustentos por los que la Justicia condenó a los seis culpables. Betros: “Esta gente es inocente, es culpa mía”Antes de que se cierre el debate, los imputados tuvieron la oportunidad de brindar sus últimas palabras antes de la sentencia. Betros fue uno de los que habló y, entre otras cosas, pidió perdón al resto de los acusados, a los que señaló como inocentes.“Esta gente es inocente, les pido disculpas a ellos, al SPF más que nada, estén orgullosos del uniforme, es culpa mía. Nadie podía saber lo que había en esas cajas”, sentenció Betros, quien luego pidió que se investigue el destino de cuatro de las treinta cajas que, según él, transportaba el camión.“Faltan 600 kilogramos de droga que sacó Gendarmería Nacional, no entiendo por qué la fiscal no preguntó dónde están”, sintetizó. Una vez conocida la sentencia y en diálogo con PRIMERA EDICIÓN explicó que esa cantidad “equivale a un millón de dosis que seguramente fue vendida en los colegios de Misiones”.Anteriormente, al decir sus últimas palabras, Vargas también coincidió: “Había 30 cajas y faltan 4, soy testigo de eso”, sentenció. El penitenciario federal retirado dijo creer en la “justicia de Dios” y contó que efectivamente pidió una mudanza para Betros, pero creía que en las cajas había elementos de electrónica.“Fue una secuencia de mentiras, cuando se cargó era imposible saber lo que había en las cajas”, recordó, tras lo cual indicó que “si tuvieran el contenido de las llamadas sabrían que no organicé nada, hice un favor y nada más”.A su turno, Vallejos argumentó que como jefe de insumos su función “era la administración de recursos, y no el control ni la parte operativa” y que, en las mudanzas, “el que pedía se hacía responsable por lo que transportaba”.Tevez también habló antes de la sentencia. Se declaró inocente y recordó la cruz que carga desde entonces puertas adentro de la fuerza: “Yo pasé a ser la basura del SPF”. En ese sentido también se pronunció Briñoccoli.Finalmente, Schwarz apuntó a que el camión de mediano porte en el que supuestamente transportó la droga desde la frontera hasta Eldorado “tenía GPS, pero esos papeles nunca aparecieron. ¿Dónde están?”.





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