BUENOS AIRES (NA). El sacerdote Juan Carlos Molina renunció imprevistamente a su cargo de secretario de Estado al frente de la Sedronar y la dimisión fue aceptada por la presidenta Cristina Kirchner.El alejamiento del religioso de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) de la Presidencia de la Nación fue oficializado con el decreto 818/2015 publicado este jueves en el Boletín Oficial. Su salida del cargo coincide con nuevas advertencias de la Iglesia católica sobre el avance del narcotráfico en el país y un reclamo por “un nuevo abordaje” de la drogadicción.“Acéptase renuncia presentada al cargo de secretario”, afirma el decreto” y en su artículo segundo agradece al funcionario saliente los servicios prestados en el referido cargo, sin dar detalles sobre las razones de su alejamiento, aunque el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, deslizó que fue por “motivos personales”. El jefe de ministros comentó: “Estuvo conmigo ayer (por el miércoles) a la mañana y me hizo conocer la situación personal, que creía que había cumplido su objetivo, y que por motivos personales se apartaba”.Molina, de estrecha relación personal con la Presidenta y excolaborador de la ministra de Desarrollo, Alicia Kirchner, había asumido el cargo el 4 de diciembre de ese mismo año, en pleno reordenamiento del esquema de la gestión y con el objetivo de cambiar la óptica de la lucha contra las drogas. El sacerdote, de 48 años, se había concentrado en la prevención y la recuperación de adictos, mientras que la persecución y captura de narcotraficantes quedó exclusivamente en ese entonces en manos del Ministerio de Seguridad que conduce María Cecilia Rodríguez. Su breve gestión de un año y medio al frente del Sedronar estuvo marcada por varias declaraciones polémicas, como cuando pidió “no criminalizar” el consumo personal de drogas o cuando sostuvo que el narcotraficante Pablo Escobar había sido una especie de “Robin Hood” en Colombia.





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