BUENOS AIRES (NA). El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, negó haber impuesto a algunos grandes gremios un “techo” para sus negociaciones salariales, pero sí les reclamó “responsabilidad” a la hora de negociar, porque hay en el sector empresario y en la oposición política “quienes quieren suprimir las paritarias”. Tomada desmintió las versiones que indican que intentó limitar la paritaria del gremio de Comercio que conduce Armando Cavalieri y adjudicó los trascendidos a dichos del gremialistas, con quien ya ha tenido un cruce fuerte en otra oportunidad. “En todos estos años no hemos fijado ni piso ni techo (a los salarios), las paritarias han sido realmente libres y lo van a seguir siendo”, afirmó el funcionario en declaraciones a radio Del Plata. El líder del sindicato de Empleados de Comercio había asegurado que el ministro de Trabajo “recibe órdenes superiores” de negar aumentos mayores a un 30% en las paritarias correspondientes a este año.“No voy a entrar en una disputa del dije no dije con Cavalieri porque una vez ya hemos tenido algún cruce cuando él dijo que la Presidenta (Cristina Kirchner) iba a modificar el impuesto a las Ganancias y eso no ocurrió”, indicó Tomada. Precisó que se reunió con el gremialista, con quien habló de cómo podía ser su convenio porque él estaba en tratativas con la Cámara empresaria y todavía no han cerrado sino que sólo hubo comentarios acerca de cuál es el nivel en el que cerrarán. “Y la verdad es que nosotros no lo vamos a fijar. No hemos establecido un número, un porcentaje. Creemos sí que tenemos que plantear el tema de la responsabilidad, no se puede tirar al voleo números o porcentajes”, advirtió. En ese sentido, expresó que “no se puede jugar livianamente con un activo que pertenece a todos, porque hay quienes efectivamente quieren suprimir las paritarias. Hay quienes se animan a decir que mejor hacer los aumentos por decreto”. El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Sacco, había sugerido días atrás al Gobierno nacional que “dé un aumento” salarial “por decreto”, ante la multiplicidad de sindicatos que piden incrementos por encima del 30%.Tomada dijo que con paritarias que no sirvan, que exploten por el aire (por las altas demandas de aumento) se “termina en los aumentos discrecionalmente fijados por las empresas, y hay que ser muy cuidadosos, simplemente eso”. Fue tajante al señalar: “Hace doce años hemos devuelto las paritarias y los dueños son los empleadores y los trabajadores. Hay una evolución y un tratamiento normal como debe ser algo que tiene que ver con el salario y la puja distributiva”, consideró. “Las discusiones deberían ser en base a la inflación”El ministro de Economía, Áxel Kicillof, expresó durante un acto que se llevó a cabo en el Mercado Central que en las negociaciones salariales en curso “no hay techos, son paritarias libres”.Kicillof puntualizó que el Gobierno no va a establecer un techo en las discusiones paritarias, pero señaló que los aumentos salariales deberían tener que ver con los incrementos de precios que, según “los cálculos más pesimistas”, van a ser de un 24% anual.“Las paritarias son un instrumento que ha puesto de nuevo en funcionamiento este Gobierno. Es un modelo vivo, donde los trabajadores han conseguido crecer. Los gremios han quintuplicado la cantidad de afiliados: son gremios poderosos, fuertes, es nuestro modelo de fortalecimiento de los trabajadores para que puedan tener discusiones justas”, indicó el jefe del Palacio de Hacienda.“Son paritarias libres, cada sector tiene condiciones particulares. Hay sectores que han ganado mucha plata. En base a esas ganancias extraordinarias, deberían compartir con los trabajadores”, añadió. “El año pasado plantaron en todas las tapas de los diarios que íbamos a estar con 20% de desempleo. Estamos en 6,9% de desempleo, es decir, con la economía funcionando, creciendo, y eso da lugar a que los trabajadores tengan capacidad de discutir sus salarios libremente”.Hablando de precios, comentaba como preocupación que “veíamos que algunos empresarios decían: ‘Yo doy un aumento de cualquier cosa, porque después lo traslado a precios’. Pero entonces, después lo vamos a tener al secretario Costa persiguiendo por los precios ya va a resultar que fue por culpa de los trabajadores”, argumentó Kicillof.El año pasado decían que la inflación iba a ser 60% (anual) y hoy dicen que va a ser 24%. Es lógico que si se desaceleran los precios también las subas salariales”.





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