POSADAS. En distintos tramos de la ruta provincial 7, donde hasta hace poco había selva, ahora hay pavimento, líneas de tendido eléctrico o bien ampliación de las redes de fibra óptica. Ante esto, los grupos ecologistas de la provincia volvieron a ponerse en estado de alerta e inclusive hubo quienes salieron a manifestarse, y dejaron entrever su preocupación “por el impacto ambiental que se sigue generando también en zona natural protegida”. En esos términos se expresó el ambientalista Raúl “Rulo” Bregagnolo, de Aristóbulo del Valle, quien insistió en que muchas de las obras que impulsa el Estado provincial se realizan en “clara infracción a la Ley de Bosques Protectores”. “Se critica -a mi entender, de forma racista- a las comunidades de guaraníes que hacen provecho del monte, pero si hacemos un cálculo simple, con la traza de la Línea de 132 Kw que pasa por el valle del Cuña Pirú (para colmo, en pleno Parque Provincial) es de 15 kilómetros de largo por 65 metros de ancho (famosa línea de servidumbre), que nos da como resultado unas 97,5 hectáreas donde hubo que proceder al desmonte. Dudo que todas las comunidades del Valle hayan hecho un desmonte semejante ni en los más de 100 años que allí viven”, reprochó el integrante del grupo ecologista Cuña Pirú a través de su cuenta de Facebook. Y agregó: “Mucho menos han tenido que ver con el desastre que Vialidad Provincial hizo con la ruta 220 (en algunos lugares, con más de 100 metros de ancho) y actualmente se ve lo mismo con las banquinas de la ruta 7 hasta Jardín América. Sin palabras”.“Los miembros de la ONG entendemos y compartimos la necesidad de mejorar la ruta, la importancia de hacerla y de los resultados económicos que generará al sector productivo de la zona; sin embargo, insisto con mi campaña personal, con relevamiento fotográfico incluido, para que haya una toma de conciencia sobre el desmonte indiscriminado que se realiza en la provincia y que en algunos casos afecta la traza verde del monte, aun cuando no hay necesidad. Para colmo, los responsables en estos casos son los mismos organismos provinciales, donde debería haber una fuerte promoción del cuidado de los recursos naturales”, reclamó Bregagnolo en charla telefónica con PRIMERA EDICIÓN.“El tema de la ruta 7 es uno de los más críticos”, estimó el ambientalista, quien graficó: “El procedimiento constante de desmonte se vuelve más visible en esta ruta, cuya traza natural se ha tratado de proteger. Mucho se ha apuntado contra el tratamiento del monte que les dan los guaraníes, pero en los hechos, el mal mayor se ha realizado con obras del Estado”.Oportunamente, cuando en 2013 se hizo el anuncio del inicio de la obra de la ruta 220, el grupo ecologista Cuña Pirú emitió una nota dirigida a Vialidad Provincial a fin de que, en el marco de las obras, esa repartición pública ofreciera un tratamiento especial, “dado que es una ruta que pasa por la zona norte del parque provincial Salto Encantado, pero no se hizo. Lo habíamos solicitado porque esa traza es muy similar a la ruta 19, con todas las características de ruta ecológica , y cuando se terminó el pavimento, terminó teniendo características de ruta ancha, pero podría haberse diseñado apuntando a exaltar el atractivo natural y la protección ambiental de la que tanto se habla y tan poco se hace”, disparó por último Bregagnolo.





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