PUERTO RICO. En diciembre del año pasado, tras quince meses de permanecer internada en el hospital Ricardo Gutiérrez de esta localidad, la familia de Jaquelina Vera (24) logró acondicionar una habitación de su casa del barrio Los Frutales para trasladar allí a su hija. La joven madre quedó cuadripléjica tras el nacimiento de su segundo hijo, en septiembre de 2013 en un hospital de la localidad de Mar de Ajó, provincia de Buenos Aires, donde residía junto a su primer bebé.Hoy su salud evoluciona favorablemente: de encontrarse en un estado prácticamente vegetal, ahora comienza a expresarse con gestos, siente dolores, hace algunos leves movimientos. Según su médico, el doctor Alfredo Giubi, su evolución es muy positiva. Su padre Marcelino, a pesar de sus dificultades de salud se las rebusca para que a su familia no le falte nada. En tanto su madre está con ella las 24 horas, es su enfermera, su kinesióloga y es abuela, porque el más chiquito de los hijos de Jaquelina se quedó con ellos, mientras el más grande vive en Buenos Aires con el papá. Ayuda de la comunidadJaquelina permaneció quince meses internada en el hospital de Puerto Rico. Con la ayuda de la comunidad su familia logró construir una habitación especialmente acondicionada donde continuar su rehabilitación. Las manos solidarias de vecinos y allegados también son responsables de que hoy a Jaquelina no le falte nada y cuente con casi todos los elementos médicos necesarios para continuar con su recuperación.De momento su propia madre hace las veces de enfermera y kinesióloga, ya que no cuenta con ese tipo de asistencia, muy necesaria para que sus músculos de brazos y piernas puedan ser estimulados y se evite la formación de úlceras por presión -escaras- en la piel que está en contacto permanente con el colchón.Con la lucha de sus padres y el acompañamiento de su familia, más las caricias de su hijito que hoy tiene un año y casi siete meses (nació el 23 de septiembre de 2013), Jaquelina puede seguir luchando contra el inmenso adversario que le impuso la vida. ¿Qué pasó? Nadie sabeRespecto a los motivos de lo sucedido en el hospital de Mar de Ajó la familia todavía sabe muy poco, ya que no han podido destinar recursos ni el tiempo para iniciar el camino legal que podría ofrecerles una respuesta, puesto que en este año y medio se han ocupado de lleno en la rehabilitación de Jaquelina, en hacer lo humanamente posible para que pueda recuperarse y de algún modo continuar con su vida. “Ver a mi hija en ese estado fue desesperante, pero los médicos no nos dieron muchas explicaciones y nosotros tampoco preguntamos demasiado porque las respuestas que nos daban no nos cerraba por ningún lado, pero quería traer a mi hija a casa, así que nos concentramos en eso”, señaló Marcelino. “En lo que pasó yo no quiero pensar, porque no estoy capacitado para cargar con todo eso dentro mío. Tengo a mi hija que me necesita mucho y en eso quiero pensar, en ella y mis nietos. Después, cuando ella esté mejor, veré cómo hago para saber qué fue lo que pasó verdaderamente porque la explicación que me dan los médicos no me convencen. Tal vez los médicos se equivocaron, no sé, pero por ahora lo que me interesa es estar con mi hija y sacarla adelante”, agregó el hombre. El caso El 23 de septiembre del 2013 debía ser un día de inmensa felicidad para Jaquelina ya que se internaba en un hospital de Mar de Ajó, Buenos Aires, para la cesárea que traería al mundo a su segundo hijo. Pero las cosas salieron muy mal, tanto que apenas pudieron salvar su vida, aunque con secuelas irreversibles porque quedó cuadripléjica. Ese día, su familia viajó desde Puerto Rico para una visita sorpresa, sin sospechar que la sorpresa se la llevarían ellos al encontrarla al borde de la muerte. Inmediatamente iniciaron todos los trámites para traerla a Misiones donde pasaría internada quince meses en el Hospital Ricardo Gutiérrez de esta localidad, hasta diciembre del 2014. Contactos con la familia: (3743) 15 446229.





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