MOJÓN GRANDE. Toda su vida Hipólito Kurzniswki trabajó en la tierra, más precisamente con el tabaco, pero como le ocurre a muchos productores en la actualidad, el ingreso por esta producción no le alcanza para subsistir con su familia y tuvo que ingeniarse para generar más dinero. Pensó, pensó, hasta que se decidió a volver a planta caña de azúcar. Solicitó ayuda a los integrantes del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (Ifai) para empezar a plantar caña en sus tierras y al poco tiempo ya estaba trabajando en su primera cosecha. PRIMERA EDICIÓN visitó la chacra de Hipólito y mantuvo una entrevista con el múltiple productor, quien también tiene vacas en sus tierras y a pesar que considera que “ya no es un buen negocio”, continúa plantando tabaco, “aunque el precio ahora no es tan bueno. El único secreto es trabajar la tierra”, aseguró. Más ingresosLa vida del productor misionero no es sencilla. Hipólito trabaja con su hijo de sol a sol y veces un poco más también. Sin embargo, no se queja y va por más en sus tierras de nueve hectáreas. Kurzniswki se considera un productor que “hace de todo para vivir mejor”. “Toda mi vida planté y coseché tabaco, pero hace tres años comencé de nuevo con la caña de azúcar y el primer año me fue muy bien, tuve muy buenas ganancias, pero el segundo bajó mucho por las condiciones del tiempo, no ayudó el clima. Mientras que el año pasado repuntó un poco en comparación al anterior, pero no fue tan bueno como el primero”, aseguró a este Diario el productor, quien en la época de la cooperativa (en la década del 1950, se instaló en San Javier, la fábrica azucarera que funcionó como empresa cooperativa hasta fines de la década del 90, cuando quebró); ya “había plantado caña, en esa época, pero no era socio. Y en ese entonces me fue muy bien con mis cosechas, además tenía 13 hectáreas de caña de azúcar y después ya en los últimos tres años no me convenía más, y por motivos políticos dejé de plantar caña”, contó el agricultor. Consultado sobre el por qué volvió a plantar caña de azúcar, Hipólito aseguró que fue la crisis económica y también influyó el poco ingreso por el tabaco: “yo siempre planté tabaco, soy un hombre que no le escapa a ninguna cosecha, pero en los últimos años no se está pagando bien. Es más, este año me fue muy mal con la plantación del tabaco, aunque igual algo de plata”, dijo y añadió que “este año planté 25 mil y de eso me va a dar unos mil trescientos kilos porque perdí mucho tabaco por el clima, que no ayudó tampoco”. “Yo soy un productor que hace de todo”, repite Hipólito y en ese sentido aseguró que, a pesar que no le dio grandes ingresos económicos “voy a seguir plantando tabaco, porque es una platita extra para el colono, porque no nos podemos confiar mucho en una sola plantación”. Kurzniswki busca crecer y sabe que trabajando es la única manera, “yo no quiero que me regalen nada, si yo pido un subsidio o algo de dinero para invertir en mi chacra, después voy a devolver”, dijo el hombre. Y contó que hace poco pudo comprar unas tierras que durante años estaba persiguiendo para adquirir, pero el dueño no quería vender. “Este año, vino y me dijo que se iba a ir a otro lado y quería vender su chacra. Entonces, fui con mi hijo a ver y también tenía vacas. Hicimos negocio rápido porque siempre quise ese lugar, entonces ahí también estoy criando las vacas, pero necesito un subsidio o entrar a algún plan nacional para poder comprar más cabezas, necesito al menos unos treinta animales más”. Sin embargo, Hipólito se mostró molesto con el Gobierno provincial porque “no me quieren ayudar, y eso que tengo todo en regla y que presenté todo”, afirmó. Kurzniswki indicó que “si tuviera más tierras, plantaría más caña y dejaría el tabaco de lado, porque ya no deja más ganancia como antes, es mucho trabajo, muy peligroso y la caña de azúcar es más segura si se mantiene bien la tierra, hay que limpiar bien y el trabajo es más liviano. En cambio, el día de la cosecha del tabaco es muy cansador, todo el día hay que trabajar”. Faltan cosechadores“El único problema que veo es que no hay gente para cosechar la caña, porque es una plantación delicada. No se consigue gente para este trabajo, pero también tiene que ver con lo poco que se paga”, dijo el productor y consultado sobre cuál es el rendimiento de su producción confirmó: “en mi caso yo sacó unas 70 mil kilos por hectáreas, pero la idea es mejorar el rendimiento y eso hablo con la gente del Ifai, hay que empezar a usar la tecnología, porque charlando con otros colonos escucho quejas que no rinde la plata que les pagan por la cosecha y todos queremos que se usen las máquinas”.





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