ELDORADO y POSADAS. En silencio. Así se mantuvieron ante la Justicia los dos adolescentes que permanecen tras las rejas investigados por el crimen a puñaladas de otra menor, Miriam Estela Cubas (16), hallada sin vida el último martes por la tarde en un pinar de Puerto Piray.Así lo revelaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, quienes confirmaron además que la defensa solicitó que sean liberados y entregados a sus padres. No obstante, todo indica que ambos continuarán tras las rejas hasta que la situación se esclarezca.Al respecto, este diario pudo saber que la magistrada Mirtha Saucedo De Bertoldo Andino, titular del Juzgado en lo Correccional y de Menores 1 de Eldorado, solicitó con buen criterio el traslado de ambos al Instituto Correccional de Menores de Miguel Lanús, en el gran Posadas, en razón de que ambos permanecían hasta anoche alojados en un sector especial de la Unidad Penal III.El primero en comparecer ante Andino fue el adolescente de 17 años, quien aparecería claramente comprometido tras el testimonio de dos testigos mayores que lo vieron en la escena y que incluso lo señalaron posteriormente en rueda de reconocimiento.El menor fue trasladado ya entrada la noche del viernes hasta el edificio de General Lavalle al 2.000 de Eldorado, donde finalmente y por consejo de la doctora Ana María Mayerhoefer, defensora oficial, mantuvo el silencio.La situación volvió a repetirse ayer por la mañana, una vez que el menor de 16 años que fue demorado por confesar el crimen ante su padre y una vecina -luego se desdijo en la comisaría y sus familiares aseguran que fue “presionado” por otros jóvenes- fue trasladado ante Andino. También se mantuvo en silencio, sin decir nada.Así las cosas, las fuentes revelaron que hasta el momento esa versión de la autoincriminación no consta en el expediente judicial, razón por la que todas las pistas apuntan al mayor de los demorados. Al menos hasta ahora.“Existen dos coimputados que se han abstenido. Estamos a la espera de elementos probatorios para tomar una decisión sobre si en un futuro inmediato van a declarar”, le dijo Mayerhoefer al portal digital “Norte Misionero”, tras lo cual confirmó que “se ha solicitado la entrega de los menores a sus padres”. Para la defensora, todo se resolvería la semana entrante. “Mi hijo es inocente”, dijo una de las madresMientras la investigación avanza, en las últimas horas habló ante los medios la madre de uno de los adolescentes demorados por el crimen. Se trata de la progenitora del principal sospechoso, el menor de 17 años señalado por dos testigos como el autor del hecho.“Mi hijo es inocente, el no cometió el hecho y está muy tranquilo porque sabe eso”, le dijo la mujer al sitio digital “Norte Misionero”, tras lo cual aseguró que, para ella, “se están esclareciendo los hechos porque Dios es grande”.La madre dijo que la tarde en la que todo sucedió su hijo se quedó en casa para cocinar y lavar su ropa. Contó que luego se reunió con sus primos para tomar tereré. “Él estaba bien, estaba contento. Estaba feliz”, recordó.Por el momento el muchacho sigue tras las rejas y continuaría en esa condición, al menos hasta que se esclarezca su participación en el hecho.El hecho por el que los dos menores son investigados tuvo lugar alrededor de las 16.30 del último martes en un pinar cercano a un camino vecinal del barrio Parque de Puerto Piray, a casi 200 kilómetros de la capital provincial, en el Alto Paraná.La reconstrucción con la que por el momento trabajan los investigadores indica que Miriam (16) regresaba a casa después de cursar una nueva jornada de clases en el Bachillerato con Orientación Polivalente 37 de esa localidad cuando fue interceptada por él o los autores del hecho, a aproximadamente 500 metros de ese establecimiento y prácticamente a la misma distancia de su casa.Unos pocos minutos más tarde vecinos de la zona dieron aviso del hallazgo del cadáver de la adolescente, quien había sido ferozmente atacada a puñaladas. Ese bestial ataque se cobró su vida de manera casi instantánea.Efectivos de la comisaría local y de la Unidad Regional III de Eldorado iniciaron una investigación que los llevó rápidamente hacia el menor de 17 años, en razón de que dos testigos aseguraron haberlo visto en inmediaciones a la escena del crimen.La investigación policial dio un giro inesperado en la noche del jueves pasado, cuando otro menor, conocido del primero y que se había acercado a la comisaría para inculparlo, regresó a casa y le confesó a su padre el asesinato. Sin embargo, otra vez de regreso a la dependencia, se desdijo de aquella autoincriminación.Los detectives investigan si ambos menores formaban parte de un grupo ligado al consumo de estupefacientes.





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