BUENOS AIRES (DyN). La aeronave argentina Beechcraft King B-90 turbohélice que se estrelló el jueves por la noche en cercanías de la ciudad uruguaya de Punta del Este pudo haber tenido una falla en los motores, mientras los rescatistas completaron ayer las tareas para retirar los cuerpos de las diez víctimas mortales. Las causas por las cuales la aeronave cayó a las 20.37, casi inmediatamente después de despegar del aeropuerto de Laguna del Sauce, son investigadas por peritos de las juntas de accidentes aéreos de Argentina y Uruguay.El jefe de la Aviación Naval Uruguaya, capitán Gonzalo Ciganda, estimó que una falla en los motores y la poca altura en que volaba el avión siniestrado pudieron provocar la tragedia aérea en la que murieron diez personas, entre ellas nueve argentinos y una mujer de nacionalidad portuguesa. “Presumiblemente tuvo una falla de una de las plantas propulsoras y estaba a muy baja altura”, precisó en declaraciones al sitio web del diario El País, de Uruguay.Ciganda indicó también que el accidente se produjo “30 segundos después del despegue” y puntualizó que se trató de un “vuelo menor a 500 pies”.Cinco miembros de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac) de Argentina llegaron ayer por la mañana a Maldonado para sumarse al equipo que trabaja en las pericias de los restos del avión, a fin de establecer las causas del siniestro. La intendenta de Maldonado, Susana Hernández, dijo al canal TN que “el avión aparentemente explotó en el aire y cayó”.En tanto, el jefe del operativo de Bomberos, Joaquín Elizondo, informó que a raíz del impacto los asientos del avión se desplazaron y hubo fuego en el interior del fuselaje que alcanzó a los cuerpos de las víctimas. Asimismo, afirmó que hay indicios de que el piloto realizó maniobras para intentar un aterrizaje de emergencia.La jueza uruguaya Adriana Morosini y la fiscal Adriana Arenas supervisaron los trabajos de los rescatistas que, con apoyo de un equipo de buzos, lograron retirar ayer al mediodía los cuerpos de los dos pilotos y las otras ocho personas que viajaban en el avión. “Se recuperaron los diez cuerpos que habían quedado dentro de la aeronave”, confirmó el vocero de la Marina uruguaya, Gastón Jaunsolo.En tanto, el comisario Leandro Palomeque, responsable de Relaciones Públicas del cuerpo de bomberos, dijo que los cuerpos que se sacaron del interior del fuselaje del avión “estaban muy afectados por el fuego”. Los cadáveres fueron llevados a la morgue de Maldonado, donde fueron reconocidos por sus familiares, mientras personal especializado les prestó asistencia psicológica. En el avión siniestrado viajaban dos tripulantes argentinos y ocho pasajeros, siete argentinos y una mujer de nacionalidad portuguesa.Quiénes eranEn la madrugada de ayer, la Fuerza Aérea Uruguaya emitió en un comunicado la lista de las personas muertas en la tragedia. Figuran allí los dos pilotos de Aviajet Luis Gustavo Pivida (59), reconocido en el medio aeronáutico por su experiencia, que había trabajado también para el Gobierno de Tucumán, donde atravesó un proceso judicial del que fue sobreseído; y Diego Charadía (45), con vasta experiencia en esta empresa y las ya desaparecidas Andes Líneas Aéreas y Southern Winds. La lista continúa con los empleados de La Rural: Alfredo Dietrich (51); Joanna Mc Cormack (41); Marcelo Zarco (48); Horacio Peñaflor (48); Gustavo Pera (58) y Mario Barba (42). Los demás pasajeros eran Carlos De Elías (56) y Marta Vieira Pires (41), de nacionalidad portuguesa. La mujer, oriunda de Aveiro, Portugal, era directora comercial de Dorier Group LatAm.La Rural, a través de un comunicado, confirmó “con mucho pesar que personal de la compañía viajaba en el avión” accidentado. La información, difundida ya en la madrugada, confirmó así las versiones que circulaban desde temprano. El grupo había viajado a Punta del Este con motivo de las obras de construcción de un gran centro de convenciones en esa ciudad.AntecedenteEl avión siniestrado ya había tenido un accidente en 2013 en el aeropuerto bonaerense de San Fernando. Según un informe de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), la aeronave protagonizó el 21 de noviembre de 2013 “un aterrizaje con tren retraído”.Esta conclusión de la JIAAC se encuentra en el expediente número 76.713 con la carátula de “accidente” y en él se destacó que los daños en la aeronave fueron de “importancia”.





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