TÚNEZ (AFP-NA). Túnez conmemoró ayer su independencia en medio de un duelo de dos días tras el sangriento atentado contra turistas en el museo del Bardo, cuyos autores pertenecían al grupo yihadista Estado Islámico (EI). El presidente Beji Caid Essebsi se dirigió a la nación con motivo del 59º aniversario de la independencia, tras haber prometido una lucha “sin clemencia contra el terrorismo” y asegurado que el sistema democrático estaba “bien asentado” en el país.Además, ayer se realizaron marchas “contra el terrorismo” en Túnez (capital) y en Djerba (sur), emplazamiento de gran afluencia turística. Familias, jóvenes, ancianos se lanzaron a la avenida principal de Túnez, Habib Burguiba, con banderas tunecinas, pegatinas y pancartas mostrando su rechazo al terror yihadista que les golpeó el pasado miércoles y que acabó con una veintena de muertos, turistas extranjeros de distintas nacionalidades, entre ellos, dos españoles y dos colombianos (uno, con doble nacionalidad y pasaporte australiano), así como a un policía tunecino.Los dos atacantes, que dispararon con kalashnikov contra los turistas cuando estos descendían de sus autocares a la entrada del museo, se habían formado en el manejo de armas en Libia, explicó el viernes el secretario de Estado tunecino encargado de asuntos de seguridad, Rafik Chelly.Células durmientesSegún Chelly, se trataría de “dos elementos extremistas salafistas takfiris. Abandonaron clandestinamente el país el pasado diciembre y fueron a Libia, donde se formaron en el uso de armamento” antes de volver a Túnez, explicó a la cadena privada AlHiwar Ettounsi.Estas nuevas informaciones refuerzan los temores de numerosos observadores, para quienes el caos en Libia, que comparte una larga frontera con Túnez, se ha convertido en una amenaza creciente para la seguridad de este país y del Magreb en general.Los dos asaltantes, abatidos por las fuerzas de seguridad en el ataque, eran “elementos sospechosos” de formar parte de “células durmientes”, señaló Chelly, precisando que uno de ellos, Yassine Abidi, ya había sido arrestado antes de partir a Libia. El EI, presente en Siria, Irak y Libia, reivindicó la operación del miércoles a través de un mensaje de audio publicado en internet, en el que amenazó a Túnez con más ataques, afirmando que se trataba sólo “del principio”.En respuesta a cuestiones sobre un eventual regreso al autoritarismo en el marco de la lucha antiterrorista, el presidente Essebsi aseguró el jueves que “el proceso de entrada en vigor de un sistema democrático ya está bien implantado, bien asentado. No habrá vuelta atrás”.Aciertos y erroresLas autoridades anunciaron la detención de nueve sospechosos y el despliegue de soldados para reforzar la seguridad en las grandes ciudades. El jefe de Estado tunecino alabó “la rapidez con la que las fuerzas del orden llegaron al lugar y evitaron una catástrofe”, recordando que se encontraron sobre los atacantes “explosivos terribles que no tuvieron tiempo”de utilizar.Pero al mismo tiempo, el jefe del gobierno, Habib Essid, admitió “fallos en todo el sistema de seguridad”, habida cuenta de los pocos metros que separan el museo del Parlamento, donde se celebraba precisamente una reunión sobre la reforma de la ley antiterrorista.Grave denunciaLos guardias del Parlamento de Túnez, contiguo al Museo del Bardo, estaban “en el café” cuando sucedió el ataque, afirmó ayer el vicepresidente de la Asamblea, Abdelfattah Mourou. El museo, el más prestigioso del país, está situado en el mismo recinto que el Parlamento, que en principio debería contar con una fuerte protección.El miércoles, cuando sucedió el ataque, “no había policía alrededor del Parlamento ni del museo”, afirmó a AFP Mourou, que también es cofundador del partido islamista Ennahda. “Soy el primer vicepresidente, y supe [el miércoles] que sólo había cuatro policías para garantizar la seguridad del Parlamento y que dos de ellos estaban en el café. El tercero se estaba comiendo un bocadillo y el cuarto no se presentó”, exclamó. “Es un gran fallo”, denunció Mourou.





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