CAMPO GRANDE. Como si fuera cualquier otro día, el joven de 21 años llegó hasta una peluquería del pueblo y pidió un corte. Dialogó con el dueño del local, con otros clientes, pagó en efectivo y regresó a casa. Nadie sospechaba que a las pocas horas estaría de regreso en Campo Grande, pero ahora a bordo de una patrulla y acusado del gravísimo delito que conmueve a la localidad.Así de frío parece haber sido el accionar del principal sospechoso acusado de violar y golpear salvajemente a una adolescente de 15 años en un camino vecinal. Al menos esa es la reconstrucción que pudieron realizar los investigadores, tal como pudo saber PRIMERA EDICIÓN.El joven continuaba ayer detenido acusado del tremendo episodio. Mientras tanto, la pequeña permanecía internada en el Samic de Oberá aún shockeada: todavía no pudo declarar porque no recuerda nada de lo que sucedió.Tal como este diario publicó en las últimas horas, todo sucedió alrededor de las 9.30 del último martes en un camino vecinal cercano al kilómetro1 de la ruta provincial 8 de Campo Grande, a mil metros de esa localidad.Por ese lugar la víctima de 15 años regresaba de su primera clase de computación cuando fue abordada por un degenerado que la interceptó y la empujó hacia un pastizal de la zona. Allí la golpeó salvajemente provocándole graves heridas. Después abusó sexualmente de ella y escapó.La investigación de efectivos de la comisaría de Campo Grande y de la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle arrojó resultados en la tarde de ese día, cuando alrededor de las 19.30 detuvieron al joven de 21 años. En su vivienda encontraron prendas de vestir que tendrían manchas de sangre, un cuchillo y un teléfono celular que pertenecería a la víctima.Hasta allí el hecho. Lo novedoso trascendió ayer tras la investigación de los detectives, que descubrieron cómo fueron las horas siguientes del sospechoso.Creen los policías que al ver demayada a la menor, el forajido la creyó muerta y escapó a toda velocidad. Llegó a su casa con las ropas manchadas de sangre y les dijo a sus padres y a una de sus hermanas que le chorreaba la nariz, que no era nada grave.Después de eso lavó las prendas en un claro intento por eliminar la evidencia y, como si nada hubiese pasado, fue hasta una peluquería del pueblo a cortarse el cabello.El muchacho pudo engañar a sus padres, pero no así a una de sus hermanas, quien sospechó de la versión y se lo comentó a las autoridades de su escuela. Una vez que trascendió en la localidad el hecho de abuso, todo comenzó a cerrar y los directivos del establecimiento educativo decidieron ir de manera urgente a la comisaría local.Eso permitió que los investigadores llegaran cerca de las 19.30 del mismo martes a Paraje Chávez, donde se procedió a la detención del muchacho y al secuestro de sus ropas, del cuchillo y el celular. Para las autoridades, todo es evidencia más que suficiente para comprometer al sospechoso en el hecho.





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