SAN VICENTE. Medio centenar de ciudadanos de El Soberbio se acercó ayer hasta la comisaría Segunda de esta ciudad para visitar al exintendente Alberto Elio “Coleco” Krysvzuk, quien permanece detenido en esa dependencia desde hace dos meses y medio por varias denuncias de supuestas irregularidades en sus largos años al frente de la Comuna. Como cada día de visita, los fanáticos se acercan en colectivo, autos y motos para poder verlo al menos unos minutos y estrechar su mano. Hay veces que no lo logran y dicen conformarse “con haber venido”. Krysvzuk está alojado en esa dependencia desde el viernes 2 de enero, cuando decidió entregarse a la Justicia luego de ocho meses de vivir en la clandestinidad. No es un preso más: es el exintendente de El Soberbio por muchos años y a quien le reconocen (renovadores y adversarios) que mantiene un importante caudal de votos. Bajo un sol que golpea con fuerza el mediodía sanvicentino, el medio centenar de personas se hace lugar entre las sombras de los árboles y arbustos de la calle Florencio Sánchez. Valdir Rojas Da Silva esperó varias horas en una pequeña sombra junto a sus compueblanos para ver a “Coleco”. Es la primera vez que intenta visitar al detenido: “Esperamos que vuelva lo antes posible y que sea candidato a intendente. Esperamos que su situación se defina lo antes posible y que vuelva al pueblo”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN. Con respecto a las acusaciones y a la razón de la destitución, Rojas Da Silva fue muy categórico: “Puede ser que hizo algo de lo que se le acusa, pero él no estaba solo. Tiene que haber entonces mucha gente más en eso, él solo no pudo haber hecho tantas cosas como le acusan”.Celio Sdresch es un colono de Paraje Fray Luis Beltrán o Bananera. Llegó con su esposa, su hijo y un vecino en su auto. Dijo que “es la tercera vez que vengo. Las otras dos pude verlo. Lo noté un poco decaído en su ánimo, pero dice que confía en que se va a resolver lo antes posible y va a volver a El Soberbio para ser intendente”.“Allá en El Soberbio la gente le quiere. Se hizo una encuesta en las radios locales y el 70 por ciento de la gente le va a volver a votar. Yo le vine a ver dos veces y me dejaron entrar. Le traemos algunas cosas como pan o asado para él y nos agradece. Hoy no sé si voy a poder entrar porque hay más gente que lo quiere ver y si no puedo entrar no importa, le van a decir que estamos acá y se va a poner contento”, agregó.Roque Martins también es del paraje Fray Luis Beltrán. “Éramos veintiuno en el colectivo de línea que venimos a verlo a “Coleco” para mostrarle nuestro afecto y que se sienta mejor. Yo vine otras veces y pude entrar. La Policía nos hacía que hagamos grupos de cinco personas para entrar y en un ratito nos retiramos. Sólo lo podemos visitar los domingos y miércoles al mediodía una hora y somos muchos los que venimos a verlo”, explicó.Aseguró que “con el intendente que tenemos ahora, no podemos olvidarnos de ‘Coleco’: él siempre nos atendió, no importaba la hora ni el lugar, y ahora debemos hacer cola para hablar con el intendente y ni así le podemos ver, menos conseguir que nos reparen los caminos de la colonia”.A las 13, un policía se acercó al portón donde estaban esperando las visitas y dijo: “Por órdenes, sólo van a pasar dos familiares de cada detenido”. El medio centenar de vecinos de “Coleco” no se preocupó, ya que lo único que pretendían era que él se entere que estuvieron allí “haciéndole el aguante”.





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