POSADAS. Si llueve, se quedan sin luz. Si hace mucho calor, también. Y en el mejor de los casos, el servicio de energía les llega, pero con baja tensión, por lo que no pueden usar los aires acondicionados. Así soportaron el verano los vecinos del barrio Villa Poujade, de Posadas, que el pasado fin de semana hicieron uso de sus últimas gotas de paciencia para aguantar un corte de energía que duró 28 horas.La extensa barriada padece carencias del servicio eléctrico “desde hace años”, pero se recrudecieron desde diciembre pasado, ya que “caen dos gotas y nos cortan en suministro”. A falta de respuestas formales de la empresa Emsa, estiman que los cortes se originan en la cantidad de años que tiene el tendido eléctrico en la zona. “Esto lo pusieron en el año 74 y nunca se cambió, imagínese cómo está todo este cablerío”, graficó Lidia Muniagurria, vecina del barrio. Pérdidas y poca respuestaUn carnicero que tiene su local en inmediaciones de las calles 47 y 168 tuvo que comprar un grupo electrógeno para evitar las pérdidas económicas que le ocasionan los cortes, porque la carne no se puede vender cuando perdió la cadena de frío. “Pero no todos podemos comprarnos, así que no nos queda otra que aguantar, pero no es justo tener que tirar comida porque todo nos cuesta”, agregó Rosa Aidé Correa. Los cortes son recurrentes y, en especial, los que se dan en horas de la siesta, cuando más se necesitan los aires acondicionados o los ventiladores, “pero también se corta de noche y no podemos andar abriendo las ventanas porque hay muchos robos, así que tenemos que esperar encerrados a que la luz vuelva”, aseguraron. “La boleta nos viene igual, yo llegué a pagar 500 pesos y vivo sola. Necesitamos respuestas porque el calor no se aguanta”, finalizó. También sin aguaCada vez que los vecinos del barrio Villa Poujade sufren un corte de luz, como correlato también se quedan sin agua porque la cooperativa encargada de la prestación no puede bombear el vital líquido a las casas. Es así como el panorama se les vuelve desolador, particularmente cuando los cortes son extensos. De hecho, los vecinos aseguran que han sufrido cortes de energía de hasta ocho horas seguidas con bastante asiduidad.“Los muchachos de Emsa vienen, miran y se van”, aseguran en el barrio. En realidad no creen que sea culpa del personal de la prestataria, sino de la evidente obsolencia de los materiales y postes. “Tenemos los mismos cables hace cuarenta años” grafican.





Discussion about this post