CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede y BUENOS AIRES (DyN-NA). El papa Francisco aseguró que la Argentina dejó de ser un lugar de paso de la droga para transformarse en un lugar donde se “consume” y si bien dijo no contar con certezas, estimó que “también se fabrica”.“La droga avanza y no se detiene”, aseveró al advertir sobre el narcotráfico en el mundo y, con respecto a la Argentina, agregó: “Hace 25 años era un lugar de paso de la droga, hoy en día se consume. Y no tengo la certeza, pero creo que también se fabrica”.El pontífice reiteró su preocupación por el narcotráfico, por segunda vez en un mes, en una entrevista con jóvenes de una revista barrial de la Villa “La Cárcova”, en el partido bonaerense de San Martín, cuya parroquia es atendida por el padre José María “Pepe” Di Paola, el sacerdote a quien Jorge Bergoglio protegió tras una amenaza narco y hoy coordina la Comisión Nacional de Drogadependencia del Episcopado argentino.Durante el reportaje, que fue reproducido y traducido para Italia por el diario “La Stampa”, un grupo de jóvenes le preguntó a qué se refería específicamente cuando hablaba de las mafias enquistadas en las “periferias”. Francisco respondió: “Cuando hablo de periferia hablo de límites. Normalmente nosotros nos movemos en espacios que de alguna manera controlamos. Ése es el centro. Pero a medida que vamos saliendo del centro vamos descubriendo más cosas. Y cuando miramos el centro desde esas nuevas cosas que descubrimos, desde nuestras nuevas posiciones, desde esa periferia, vemos que la realidad es distinta. Una cosa es ver la realidad desde el centro y otra cosa es verla desde el último lugar a donde vos llegaste. Un ejemplo. Europa, vista desde Madrid en el siglo XVI era una cosa, pero cuando Magallanes llega al fin del continente americano y mira Europa, desde ahí entiende otra cosa”.Hace tres semanas, el Papa transmitía su inquietud por este flagelo a su amigo y legislador porteño Gustavo Vera, a quien le decía: “Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuvo hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”.La advertencia fue minimizada por el Gobierno argentino. El entonces secretario general de la Presidencia y actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo entonces que “no es un tema que hay que evaluar”.En la entrevista a “La Cárcova”, Francisco lamentó que haya países que “ya son esclavos de la droga” y dijo que lo que más le preocupa es “el triunfalismo de los traficantes”. “Esta gente ya canta victoria, han vencido, han triunfado. Y eso es una realidad. Hay países o zonas donde todo está bajo el dominio de la droga”, dijo.Las respuestas no tardaronEl ahora jefe de Gabinete de ministros, Aníbal Fernández, respondió a los dichos del Papa al asegurar que ni siquiera la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “ha considerado que la Argentina es un país de consumo”.“Naciones Unidas nunca le ha dado esa valoración y mucho menos ha considerado que la Argentina es un país de consumo. La última vez, en el año 2008-2009, siendo ministro de Justicia, hicimos una encuesta de hogares, que arrojó un mínimo ascenso de cocaína y marihuana, y sí había un asombroso ascenso del alcohol y de drogas legales”, sostuvo el funcionario.Antes de ingresar a la Casa Rosada, Fernández aclaró que del tema “hay que ocuparse todos los días”, y dijo que el Gobierno “sigue trabajando fuertemente con las fuerzas federales y la inteligencia criminal para impedir que esas cosas estén sucediendo”.Recordó que hace seis años, cuando él era ministro de Justicia, “hicimos una encuesta de hogares, que arrojó un mínimo ascenso de cocaína y marihuana, y sí había un asombroso ascenso del alcohol y de drogas legales”. El problema es que el Gobierno dejó de hacer dichas encuestas y ahora no se sabe con certeza si ha aumentado o no el consumo entre la población, y tampoco se actualizaron las cifras sobre incautaciones. Con respecto a la capital, el Observatorio de Políticas Sociales en Adicciones de la ciudad de Buenos Aires, dio a conocer el pasado domingo los resultados de una encuesta a estudiantes de escuelas secundarias de Buenos Aires. La investigación reveló que en los cuatro años el consumo de drogas ilegales prácticamente se duplicó, ya que aumentó del 12% al 21% en el caso de la marihuana, del 1% al 4% para el éxtasis y del 2% al 4% para la cocaína.“Lejos de ser un país productor”De su lado, el titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), el padre Juan Carlos Molina, reconoció que “hoy cualquier tipo de droga está al alcance” de los jóvenes, pero remarcó que Argentina “está lejos de ser un país productor”, al responderle al papa Francisco.“No somos un país, y en esto voy a insistir, y se lo he dicho a él (al Papa) también, que fabrique (droga) porque no tenemos las condiciones para hacerlo”, aseguró el funcionario, quien remarcó que “estamos lejos de ser un país productor, tanto de cocaína como de marihuana”.Sin embargo, Molina admitió que “es verdad que ha aumentado el consumo” ya que, remarcó, “la marihuana está al alcance de los pibes, todo tipo de droga está al alcance” y afirmó que “esto lo podemos tomar como un triunfo, si se quiere, del narcotráfico”.Aunque rechazó la opinión del Papa sobre que Argentina es un país productor de drogas, Molina le dio la derecha a Francisco en que “antes éramos un país de paso y hoy somos un país de consumo” de estupefacientes.En una entrevista a radio Del Plata, Molina sostuvo que hace algunos días habló con el Sumo Pontífice y durante esa charla le explicó “cómo estamos con el tema de los radares en la Argentina” para la detección del ingreso de drogas.Desde Viena, Austria, donde participa de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, el titular de la Sedronar expresó que a Francisco le preocupa el consumo “desde el lado social” porque “él escucha el sufrimiento de los que están, de los que estamos en los barrios”. El funcionario sostuvo qu
e el consumo de drogas “es un problema social, no es un problema de seguridad”, pero afirmó que “hoy el problema más grave que tienen los pibes es el consumo de alcohol”.Sobre su paso por la ONU, Molina se quejó por la actitud de los potencias mundiales y expresó que “no puede ser que nos marquen la cancha los países que más consumen”, por lo que advirtió que “los números los tenemos que marcan nosotros, las estadísticas las tenemos que analizar nosotros, con nuestras políticas”. Rumbo a las eleccionesAl ser consultado sobre las próximas elecciones presidenciales en Argentina (en octubre), Francisco sugirió a los precandidatos exponer cosas concretas.El Papa resaltó tres puntos claves: “Una plataforma electoral clara, honestidad en la presentación de la propia postura y una campaña electoral de tipo gratuito, no financiada”.Señaló que “a veces los mismos candidatos no conocen la plataforma electoral” y pidió que los candidatos “presenten a la sociedad una plataforma electoral clara, bien estudiada, diciendo explícitamente: Si yo salgo elegido diputado, intendente, gobernador, voy a hacer ‘esto o aquello’”.Remarcó la necesidad de una campaña electoral de tipo gratuito, no financiada ya que “en las financiaciones de las campañas electorales entran muchos intereses que después te pasan factura”.En este sentido, señaló que “hay que ser independientes de cualquiera que me pueda financiar una campaña electoral. Es un ideal pero en todo caso que la financiación sea pública. De este modo yo, ciudadano, sé que financio a este candidato con esta determinada cantidad de dinero. Que sea todo transparente y limpio”, sugirió. Ojalá que noDías atrás Jorge Bergoglio le dijo a un amigo argentino: “Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización”, en alusión al avance de los grupos narcotraficantes y su vinculación con el poder político en el país norteamericano.Ayer, al referirse a la evolución de la droga y al financiamiento de las campañas en la misma entrevista, el Papa dijo en esencia lo mismo que pregonan expresidentes conservadores de la región que agotaron recursos financieros y militares en el tema: “La guerra contra el narcotráfico es una guerra perdida”. Sutil y canchero, el Papa ya sugirió alguna relación entre narcotráfico y política, esas actividades tan contrapuestas y a la vez compatibles en algunos de sus fundamentos.De ser así, no es un hombre corriente quien lo dice, lo dice el representante de uno de los credos con más peso específico en el planeta. Y quizás tenga razón. Dios quiera que su embajador en la tierra esté equivocado.





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