POSADAS. La movilización internacional por las personas desaparecidas en varios países que surgió en Posadas por el primer aniversario sin Aída De Jesús Cabrera (66) se concretó ayer en la plaza 9 de Julio, con la presencia de otras cuatro familias que también buscan a los suyos.“Esto es lo que nos da fuerzas para seguir, porque nos consolamos entre nosotros. Venir y que una familia de estas te brinde un abrazo o una palabra es algo especial para uno”, le dijo a PRIMERA EDICIÓN Claudia Betancur, una de las hijas de Aída, la mujer que fue vista por última vez con vida el 28 de febrero de 2014 en Villa Cabello. Desde entonces, su paradero es un misterio.Como este diario informó en su edición de ayer, el encuentro fue programado junto a otros similares en Buenos Aires, Mendoza, San Luis, Córdoba y Mar del Plata. También en Ecuador, México y Estados Unidos. Las redes sociales hicieron posible que en todas esas latitudes, ayer a las 19, se prendiera una vela por cada uno de los desaparecidos.“No sé si Dios nos eligió en este camino, pero lo cierto es que todos coincidimos. Queremos que la gente sepa que no respondemos a ninguna bandera política ni nada de eso. Lo único que queremos es encontrarlos, nada más. Por eso pedimos a la sociedad que no sea indiferente”, remarcó Claudia, creadora del perfil de Facebook “Comunidad Ayudemos a Encontrarlos”, que ya permitió el hallazgo de siete personas desaparecidas en todo el país. “El lema de esa página es ‘para que más ojos los vean’, porque sabemos que la difusión puede ayudarnos”, explicó Betancur, quien no pierde la fe de saber qué fue de su madre.En los carteles desplegados ayer en Posadas figuró el nombre de Aída, pero también el de Mario Golemba (27), el joven de Dos de Mayo desaparecido el 27 de marzo de 2008, un caso paradigmático que sigue en el misterio.El nombre de Dante Hawrich (29) también estuvo presente. El joven no volvió a ser visto desde el 14 de febrero del año pasado. O el de Rosana Aquino (32), la madre de seis chicos que la siguen esperando en Itaembé Miní, Posadas, desde el 10 de enero de este año.“Es un dolor muy feo, no se puede describir en palabras”, describe al borde de las lágrimas María Martínez, la madre de José Germán San Martín (25), el joven de Candelaria que está desaparecido desde el 11 de julio de 2009, tras cruzar el Paraná rumbo a Campichuelo, en Paraguay, para festejar el cumpleaños de un conocido.“Me falta mi compañero. A veces me despierto llorando o hablando sola”, dice María, con el sufrimiento a flor de piel. Como en los otros casos, ella también recibió rumores. “Muchos me dijeron que lo habían matado, otros que lo vieron con sangre pero que estaba vivo, no sabemos más qué hacer”, remata la mujer, víctima de una pesadilla que ya lleva más de cinco años.Ella, como el resto de los presentes en la 9 de Julio, sólo sueña con una cosa: “tal vez algún día tenga noticias para, en el peor de los casos, poder descansar de esta angustia. Igual no me resigno a pensar que está muerto. Todos los días espero que golpee a mi puerta”.





Discussion about this post