SAN VICENTE. Dos containers con ropas, calzados y otros elementos de primera necesidad fueron distribuidos en distintos barrios periféricos de la Capital Nacional de la Madera por iniciativa del grupo “Misiones” de la Iglesia Jesucristo Rey de Vida de esta localidad. También se contó con la ayuda de feligreses de Buenos Aires, quienes realizaron gran parte de la tarea de recaudar todas aquellas cosas que podrán ser de utilidad para las familias más pobres de esta parte de la provincia, a quienes “además de darle ayuda social les damos contención espiritual”, explicaron los voluntarios a este diario. Los feligreses de la institución en cuestión brindan esta ayuda social y espiritual hace más de una década; durante este verano distribuyeron ropas, calzados y otros elementos que les proporcionaron desde Buenos Aires las iglesias conocidas como el “Ministerio Efraín” y grupo “Tras sus Pasos”.Permanentemente PRIMERA EDICIÓN refleja la situación de los barrios alejados del centro, donde se asientan pobladores que ocupan los espacios residuales de la ciudad, ya que en la mayoría de los casos ni siquiera cuentan con un techo digno. De hecho, la Capital Nacional de la Madera tiene un cordón de pobreza donde no hay una política social de vivienda ni de inclusión. Allí se evidencia una escasa contención social del Estado que las distintas iglesias de distintos cleros tratan de cubrir con campañas solidarias asistencialistas. También algún tipo de ayuda llega por medio de las escuelas y docentes que promueven acciones solidarias para atender a la comunidad y a los alumnos donde trabajan.Contención en distintas áreasComo cada año los miembros de las iglesias mencionadas más arriba se acercaron desde Buenos Aires con una gran cantidad de donaciones que hacen las familias en esa provincia para distribuirlas a los más humildes. Juntos llegaron a los barrios San Cayetano, Las Quintas, 25 de Mayo, Gutiérrez y los ocupantes del predio de la ruta nacional 14 en el kilómetro 1266, y los ocupantes detrás del CIC.Dentro del trabajo social que realizan, también están incluidas siete aldeas de aborígenes que reciben periódicamente la visita de los trabajadores sociales y cristianos de la iglesia. Las ayudas son repartidas en forma directa a los necesitados sin intermediarios políticos. En muy rara ocupación piden la colaboración del estado para que le brinden apoyo operativo y de vehicular. Por otra parte, desde esta congregación religiosa jóvenes y adultos llegan con asistencias espirituales, apoyo escolar, merendero y limpieza e higiene y atención sanitaria. Las familias más humildes no tienen contención social y este tipo de ayuda les da la oportunidad de vestirse, comer de forma saludable y de aprender a cuidar la salud.





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