POSADAS. El conservacionista Amado Martínez, el veterinario Julio Fretes y el dueño de una chacra de Concepción de la Sierra acordaron ayer la colocación de un “señuelo” para captar huellas, marcas o excremento del misterioso “chupagatos” que mató a cuatro de estas mascotas extrayéndoles absolutamente toda la sangre. El señuelo será una jaula bien segura y reforzada con un gato adentro y rodeada de cenizas, a los fines de captar la pisada del animal o “cosa” que produjo semejante extraña matanza. En caso de detectarse, avanzarían colocando cámaras trampa. El hecho ocurrió hace dos meses, pero trascendió recién a partir de la intervención de Martínez, quien fue convocado por el veterinario tras la realización de una necropsia a los cuerpos. “Vi la filmación y realmente es algo que no tiene explicación lógica, un misterio. A los gatos no les quedó una gota de sangre en el cuerpo, la carne estaba blanca, ni en el corazón tenían nada de sangre. Realmente volví con más dudas que certezas”, confesó. El misterio comenzó a agrandarse en la zona tras el primer ataque. Cinco gatos “ariscos” vivían en el galpón del dueño de la chacra y una mañana encontraron a dos de ellos muertos con marcas de mordeduras en la zona del cuello, y sin sangre. Tras una semana, otros dos aparecieron muertos y con idénticas marcas y sin una gota de sangre. Por supuesto, en la zona no se deja de especular con el origen del ataque, y algunos ya se refieren a un animal con las características del “chupacabras” pero en versión misionera.





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