POSADAS. Lo que debía ser un almuerzo familiar se transformó en una pesadilla, cuando el hombre provocó lesiones graves a su mujer tras arrojarle sopa hirviendo frente a uno de sus hijos. Ahora, la Justicia finalmente condenó en juicio abreviado al autor del hecho a la pena de seis años de prisión.El condenado tiene nombre y apellido. Se trata de Carlos Luján Perrota (65), según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN. El curioso caso fue dirimido días atrás en el Tribunal Penal 1 de Posadas, después de que Perrota confesara lo ocurrido.En el expediente consta que todo sucedió entre las 15 y las 16 del jueves 2 de mayo de 2013 en una vivienda de la calle San Marcos, en el populoso barrio Parque Adam, al sur de la capital provincial.En ese lugar Perrota se disponía a compartir un tardío almuerzo junto a su mujer y uno de los hijos de la pareja cuando se inició una nueva discusión conyugal, una más de las tantas que se venían sucediendo en el inmueble.No obstante, la de ese día no fue una pelea más. La diferencia estuvo en que aquella tarde de 2013, Perrota reaccionó de la peor manera. Primero arremetió a golpes contra su esposa y posteriormente tomó un recipiente con sopa hirviendo y se lo arrojó, todo ante la mirada atónita del hijo.La víctima terminó con quemaduras de tipo A “en tórax anteroabdominal, ambos brazos y dorso lateral de cuello derecho”, razón por la que al poco tiempo la Fiscalía de Instrucción 2 de Posadas, a cargo del letrado Christian Antúnez, ordenó la elevación a juicio de la causa.Para el representante del Ministerio Público Fiscal, el relato de la víctima, los informes médicos y el testimonio del hijo de la pareja terminaron de cerrar el círculo sobre Perrota. Antúnez calificó el hecho de “lamentable y repudiable” y elevó la causa a juicio bajo la acusación de “lesiones graves calificadas por ser la víctima su cónyuge y por haber mediado violencia de género”.El juicio oral y público debía llevarse a cabo en los últimos días, pero finalmente el acusado resolvió seguir los consejos de la defensa, a cargo de la doctora Criseida Moreira, y confesó el hecho, por lo que accedió así a un juicio abreviado. Caso contrario, quizás hubiese recibido una pena mayor.El acuerdo contó con el “afirmativo” de la doctora Liliana Picazo, fiscal del Tribunal Penal 1 de Posadas. El alto órgano judicial en cuestión homologó el mismo y Perrota finalmente fue condenado a la pena de seis años de prisión por aquella insólita pero no por ello menos violenta agresión hacia su pareja, que debió pasar largas horas en internación hasta poder recuperarse, no sin secuelas que le quedarán de por vida, tanto en lo físico como en lo psicológico.





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