ASUNCIÓN, Paraguay. El secretario general del Sindicato de Trabajadores Paraguayos de Yacyretá del Departamento Técnico (Sitpay-DT), Juan Carlos Rodríguez, lamentó que las autoridades de la binacional no confíen en los técnicos soldadores locales y contraten a operarios externos para un trabajo que perfectamente puede ser realizado por los funcionarios, como es la reparación de turbinas dañadas en la central hidroeléctrica.Recordó que la primera máquina que había tenido desperfectos en su anillo de descarga fue la Unidad Generadora 20, que fue reparada íntegramente por los técnicos de la central y hasta ahora sigue funcionando con normalidad.“Se hizo una propuesta al directorio de la EBY para que los funcionarios técnicos soldadores se encarguen de las reparaciones a cambio del pago de horas extras. Sin embargo, fue rechazado este ofrecimiento y optaron por contratar una empresa de afuera, cuando nosotros podíamos hacer las reparaciones para que no se deje de generar por mucho tiempo”, explicó el dirigente en declaraciones al diario paraguayo ABC Color.Los funcionarios paraguayos del área técnica de la Central de Yacyretá sospechan que detrás de las reparaciones de las turbinas hay un gran negociado. Según el dirigente sindical Juan Carlos Rodríguez, la entidad cuenta con soldadores capacitados para realizar las reparaciones provisorias de las máquinas, pero llamativamente, las autoridades optaron por tercerizar todos los trabajos.Actualmente, cuatro de las 20 turbinas están fuera de servicio por averías y esto genera dudas sobre los trabajos que realiza la empresa Voith Hydro, contratada en 2011 por el director argentino Oscar Thomas, por un monto total de 218 millones de dólares, informó ABC.Los técnicos sostienen que la persona más indicada para explicar la situación de las turbinas es el propio Thomas, quien manejó de forma unilateral tres contratos firmados con la fabricante alemana para el mantenimiento y reparación de las máquinas. El primero, que fue autorizado por el Consejo de la EBY, por US$100 millones; el segundo, por US$50 millones; y un tercer contrato de US$68 millones.Los representantes paraguayos ante el Consejo de la EBY habían denunciado el año pasado a Thomas porque no rindió cuentas sobre estos contratos.Según los antecedentes, en 2011 el Consejo otorgó, de manera extraordinaria, al Comité Ejecutivo una autorización para suscribir el contrato con la firma alemana Voith y obligar a la EBY por 100 millones de dólares. El director argentino suscribió unilateralmente el contrato, sin la firma de su par paraguayo, hecho que fue considerado irregular.Posteriormente, Thomas solicitó al Consejo que convalidara esos contratos, con una ampliación de la autorización por US$118 millones. En la ocasión cuestionaron que Thomas rindiera cuentas sólo por US$58 millones y que haya actuado unilateralmente, sin tener en cuenta a la parte paraguaya.En principio, se cotizaron los trabajos y materiales en 65 millones de dólares, pero posteriormente Thomas solicitó al Consejo que ampliara esa autorización para contratar por un monto superior a los US$200 millones.Por su parte, Juan Portillo, asesor jurídico del gremio, y Marcos Vega cuestionaron el hecho de que bajo la actual administración de Juan Schmalko se aceptó que las máquinas fueran exigidas por encima de su capacidad nominal para satisfacer la demanda del mercado eléctrico argentino. Estimaron que la baja producción de la central debido a que están fuera de servicio cuatro de las 20 unidades generadoras, además de reducir la potencia instalada de 3.200 MW a 2.200 MW, representa una pérdida aproximada de US$120 millones para la EBY.





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