POSADAS. Los recurrentes pedidos de ayuda solidaria a la sociedad misionera, de los que este diario se hace eco casi a diario, dejan al descubierto que el sistema sanitario (público y privado) no ofrece una cobertura integral a las personas cuanto éstas se enferman y su tratamiento debe realizarse en centros de salud de otras ciudades. Los pacientes y sus familias no sólo tienen que gestionar para acceder a la atención correspondiente, sino, además, golpear puertas de funcionarios para que los ayuden con los gastos que implica vivir lejos durante todo el tiempo que dure el tratamiento en cuestión. Es que muchas veces el Estado “olvida” que la atención sanitaria de sus tutelados no termina con la internación y la eventual intervención de urgencia que determinó la derivación del paciente, sino que muchas veces éstas son apenas el principio de un largo y costoso tratamiento y seguimiento.Sirve como buen ejemplo de ello el pedido de ayuda que el posadeño Graciano Suárez para su papá, Daniel Suárez, de 61 años, quien el 5 de febrero recibió un trasplante de corazón en la Fundación Favaloro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Mi papá estuvo esperando un corazón en la Fundación Favaloro desde el 10 de noviembre pasado. Desde ese momento, junto a mi mamá, ella en Buenos Aires y yo en Posadas, nos arreglamos con la jubilación de mi papá de 4.500 pesos y con la ayuda de Pami de 90 pesos por día, ya que ella allá se encuentra en un hotel, pagando por semana también con la comida día tras día, y yo arreglándome de la mejor manera solo en Posadas”.El lunes pasado, 16 de febrero, Daniel Suárez fue dado de alta del Favaloro y deberá permanecer al menos otros dos meses en Buenos Aires para realizar los controles semanales. El problema para la familia es que los gastos se duplicaron no sólo en hotel sino también en la dieta especial que debe seguir el paciente, además de los elementos necesarios para su higiene y seguridad. “Sumando estos nuevos gastos, necesitamos alrededor de 12 mil pesos mensuales para mantener a mi papá en Buenos Aires, bajo el cuidado de mi mamá. Además de este monto, también hay que mantener todos los gastos fijos en la casa en Posadas y no nos alcanza con la jubilación y la ayuda del Pami”, contó angustiado Graciano.La familia recibió algunos pasajes a Buenos Aires por parte del Ministerio de Coordinación de Gabinete provincial pero no logró asistencia más regular. No obstante, según confirmó ayer a PRIMERA EDICIÓN Graciano Suárez, desde el Ministerio de Salud Pública se comprometieron a hacerse cargo de los gastos del hotel y alimentos el tiempo que sus padres permanezcan en Buenos Aires. “Espero que este compromiso se haga realidad porque, realmente, nos ayudaría mucho económicamente… pero por ahora seguimos pagando nosotros y necesitamos ayuda de otros”, indicó. Daniel era empleado bancario hasta que, luego de dos paros cardíacos, accedió a una jubilación temprana por invalidez como consecuencia de sus problemas de salud. “Mi papá tiene su jubilación y mi mamá es ama de casa, pero estudió y empezará a trabajar en marzo de este año, por lo que yo deberé relevarla en Buenos Aires”, contó el hijo.





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