ELDORADO. La etapa más difícil para Fabián Medina y su familia ya pasó pero todavía necesitan la ayuda de los misioneros para no sufrir necesidades durante los meses que deberán permanecer en el hospital Garrahan de Buenos Aires. En 2010, cuando apenas tenía tres añitos, Fabián Medina fue diagnosticado con leucemia y de inmediato fue derivado al hospital Garrahan para iniciar un largo tratamiento para llegar a un trasplante de médula. Desde el momento en que su madre, María Ester Sánchez, se enteró de la enfermedad de su hijo, inició una campaña para recaudar fondos y poder costear el tratamiento y la estadía en Buenos Aires. Luego comenzó la tarea de hallar alguna persona que sea compatible, por lo que se buscó entre los familiares más cercanos. Fue una bendición que uno de sus hermanos resultó compatible con él, tal es así que los médicos le anunciaron que, ni bien surgiera una mejoría, el pequeño Fabián sería operado y María Ester y su otro hijo deberían viajar a Buenos Aires. Familia muy pobre La familia Medina es de escasos recursos, el padre es changarín, sin trabajo fijo y tuvo que trasladarse a Buenos Aires para estar con su hijo. Sumado a esto, María Ester es asmática y tampoco trabaja. Ante esta situación, la mujer se puso en contacto con uno de los profesores de Fabián en la Escuela 668, Julio Giménez, institución educativa a la que asistió hasta que fue derivado al Garrahan. El docente es uno de los organizadores de las diferentes actividades que se realizan para recaudar fondos para colaborar con el tratamiento del niño. A principios de este año, Fabiancito, luego de una espera de casi cinco años, se expuso finalmente al trasplante, que resultó exitoso. Actualmente el niño se recupera y, según advirtieron los médicos del Garrahan, deberá permanecer internado en ese hospital otros cuatro meses para supervisar su evolución y recibir los cuidados necesarios. Luego, deberá permanecer en Buenos Aires otros siete u ocho meses para realizar controles periódicos. Por ello, la familia Medina apeló una vez más a la solidaridad de la comunidad de Eldorado, que permanentemente brindó su apoyo y acompañamiento a la madre. Según contó su mamá, Fabián se está recuperando rápidamente del trasplante. Incluso “le está creciendo el cabello”, comentó emocionada su mamá. Por otra parte, el hermano de Fabián, quien fue donante, se encuentra en perfecto estado de salud y en poco tiempo podrá regresar a Eldorado. La familia agradeció a las personas que colaboraron para que su hijo mejore y admitió que a pesar de toda la ayuda recibida aún necesitan un poco más porque queda un año por delante en el que tendrán que permanecer en Buenos Aires.




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