POSADAS. Los indicadores del índice de peligrosidad de incendios en la provincia se encuentran en el nivel extremo, en rojo, alcanzando a todo el centro-sur, como consecuencia de la falta de lluvias abundantes de las últimas semanas, por lo que se encuentra completamente prohibida la quema de grandes extensiones sin la correspondiente autorización del Plan Provincial del Manejo del Fuego (PPMF).“Está complicada la situación en gran parte de la provincia y requiere un seguimiento muy estricto, día a día con el avión vigía, para ver cómo va cambiando el panorama de las zonas con vegetación, atentos a que no se produzca ningún incidente”, explicó Rafael Yacovich, titular del PPMF, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.“En el norte ha llovido un poco más que en el sur y por eso allí el panorama no es tan extremo. Febrero resultó un mes tranquilo, sin intervenciones importantes. Consideramos que está dando sus frutos la tarea de prevención que venimos llevando a cabo, donde participan los aviones hidrante y vigía como así también la patrulla terrestre. La gente ha tomado más conciencia. No es casualidad sino un mérito al trabajo que no hubiera incendios en la provincia durante este período tan propenso por las altas temperaturas que se conjugan a veces con la falta de lluvias”, resaltó Yacovich.Por otro lado, el director del PPMF que tiene su sede en Apóstoles, no descuida lo que puede pasar en los meses inmediatos en materia climática porque eso le permitirá tomar los recaudos pertinentes en la prevención de incendios. “Esto puede complicarse un tanto porque hay una masa grande vegetal en distintos puntos de la provincia, que con las heladas que podrían anticiparse a las fechas habituales, generarían pastizales secos para julio a agosto. Tendremos lluvias no tan pronunciadas como hasta ahora. Consideramos que si seguimos con el trabajo de prevención deberíamos sobrellevar ese tipo de situaciones sin sobresaltos”, destacó Yacovich.También el funcionario apuntó que las inundaciones que se registraron el año pasado, por la crecida extraordinaria del río Uruguay, también dejaron sus consecuencias en la zona costera que requieren una especial atención. “Quedaron atrapados muchos árboles, en posiciones que están molestando, algunos se van secando, eso se puede ver desde el aire, con el avión vigía. Seguramente serán quitados, removidos, quemados en algunos casos por lo que habrá que seguir atentamente si se producen desmontes que luego requieran de una quema”, dijo Yacovich.





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