COLONIA AURORA. La gravedad del hecho resiste toda razón y respeto por la vida humana. Una joven de 23 años fue brutalmente golpeada por su esposo de 26 con una “guacha”, como si fuera un animal. La agresión le provocó a la mujer la pérdida de la audición en un oído, entre otras lesiones de gravedad.El ataque fue el segundo registrado en apenas horas en Colonia Aurora, ya que previamente otra mujer denunció a su marido por haberla golpeado salvajemente en medio de una acalorada discusión, provocándole lesiones en la zona del cuello.Los dos agresores fueron detenidos por efectivos de la comisaría local, dependientes de la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle, y quedaron a disposición de la Justicia.El primer hecho mencionado se registró ayer cerca de las 2 en una vivienda familiar de la zona urbana. Ese episodio, sin dudas, también fue el más terrible, debido a la magnitud de la violencia con que un hombre golpeó salvajemente a su pareja con una “ guacha” de cuero trenzado, generalmente utilizada para golpear caballos.Producto de los duros azotes, la mujer recibió serias lesiones en la cabeza que le provocaron la pérdida de parte de la capacidad auditiva del oído izquierdo. Pero el terrible martirio que sufrió también dejó secuelas en distintas partes del cuerpo, donde las marcas del flagelo quedaron grabadas como reflejo de la pesadilla. Pocas horas antes, otra escena de violencia se había registrado en otro domicilio situado en el mismo municipio, donde una mujer tuvo una acalorada discusión con su pareja. Las cosas subieron de tono y dieron paso a la intolerancia. Producto de la disputa, el hombre comenzó a agredir a su pareja causándole una seria lesión en el cuello, además de propinarle varios golpes en distintas partes del cuerpo.Una vez que las mujeres lograron denunciar las agresiones, personal de la comisaría local y efectivos de la UR-XI procedieron a la detención de los dos agresores, quienes quedaron a disposición del Juzgado de Instrucción de turno y del Juzgado Familiar de Oberá. Las víctimas, en tanto, fueron atendidas por personal médico policial, quien constató las agresiones, mientras que especialistas en psicología les brindaron la asistencia y la contención correspondiente.





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