POSADAS. Cuando aparecieron como una opción turística más, muchos dudaron de su utilización y de los fines con las que los usuarios las pedirían. Sin embargo, a un mes de decretado su inicio, las Eco Bicis se han transformado en todo un éxito, ya que las utilizaron más de 1.800 personas. Son 60 bicicletas disponibles de jueves a domingo, de 8 a 12 y de 16.30 a 21, a las cuales se puede acceder únicamente con la presentación del DNI. “Durante estos primeros 16 días (se toman en cuenta los días disponibles: jueves, viernes, sábados y domingos) tuvimos una concurrencia de más de 1.800 personas”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN Fernando Aliprandini, encargado del despacho de las bicicletas ubicadas en el anfiteatro El Brete, sobre la avenida costanera y continuación de Tomás Guido. En el momento de su lanzamiento se había hablado de la posibilidad de multar a quienes lleguen con las bicicletas rotas “a propósito”, pero ningún caso así se registró hasta ahora. “Suele haber algunos desperfectos mecánicos, pero son de fábrica. Por culpa de la gente tuvimos una manija de freno rota, un casco desarmado, cosas así, chiquitas. Hasta el momento nadie ha debido pagar una multa por romper una bicicleta”, indicó Aliprandini. “Las bicis que se descomponen se arreglan de lunes a miércoles, los días que el servicio está cerrado al público”, comentó Víctor Bogado, trabajador del lugar y uno de los que organiza la distribución de las bicicletas. “Vienen muchas personas y todas se muestran muy conformes con el servicio. La única queja, que cada vez se multiplica más, es la de la gente que obstruye la bicisenda”, aseguró Bogado. Cada uno en su lugarUna de las principales recomendaciones a la hora de tomar en préstamo una bicicleta es que se debe andar por la bicisenda que se encuentra en todo el trazado de la Costanera, pero “la gente no respeta. Hay algunos usuarios que tienen que desviarse o pedir por favor a la gente que salga, pero igual no les hacen caso. Llega una hora del día en que se sientan ahí, abren la puerta de los autos, empiezan a tomar, ponen música y no se mueven”, explicó Bogado. Aliprandini también sabe de este inconveniente y propuso una solución: “Analizamos la posibilidad de poner una especie de corneta o bocina a las bicis para que se advierta a quienes se encuentren en la bicisenda. Pasa que mucha gente anda con auriculares y no se da cuenta de que hay bicis en el lugar. Ya se hizo el pedido a quien maneja el trámite de los repuestos”, sostuvo. Los encargados también hablaron con la Policía para que sea ésta la que controlen que la bicisenda esté libre. “Los policías nos dicen que los advierten y la gente se retira, pero cuando se alejan, se vuelven a sentar en el mismo lugar”, indicó Bogado. Una hora y algo másCuando quien pide una bicicleta es un turista “le prestamos dos horas, para que pueda hacer todo el recorrido tranquilo y sacarse fotos”, contó Bogado. Los posadeños que ya conocen la costanera tienen una hora, pero ese horario no alcanza para hacer todo el recorrido hasta la cabecera del puente. “Aunque tenemos gente que viene a hacer ejercicio y durante la mañana hace todo el recorrido en una hora”, manifestó Bogado. Algo que se puede hacer únicamente durante la mañana, no por la tarde -cuando hay mayor demanda de bicicletas- debido al poco respeto que tiene la gente por la bicisenda. Tampoco se puede extender más el tiempo porque faltan bicis. “Si consiguiéramos 40 más, podríamos aumentar el horario”, finalizaron.





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