COPENHAGUE, Dinamarca (Agencias y diarios digitales). Los Estados europeos se esfuerzan en estas horas por tranquilizar a sus comunidades judías tras los ataques de Copenhague, que dejaron dos muertos haciendo temer un resurgimiento de la violencia antisemita en Europa.Las banderas ondearon el lunes a media asta en Dinamarca, donde los tiroteos en una sinagoga y en un centro cultural donde se celebraba un acto sobre la libertad de expresión han aturdido a uno de los países más pacíficos del mundo.Unas 30.000 personas se manifestaron la noche del lunes en Copenhague para homenajear a las dos víctimas asesinadas en sendos ataques en la capital danesa el pasado fin de semana, según cálculos de la policía.“Había unas 30.000 personas, tantas como esperábamos”, declaró un portavoz de la policía a la AFP. El evento tuvo lugar cerca de donde se produjo el primero de los ataques.“Esta noche quiero decirles a todos los judíos daneses: no están solos”, afirmó a la multitud la jefa de gobierno, Helle Thorning-Schmidt.“Un ataque contra los judíos de Dinamarca es un ataque contra Dinamarca”, insistió. “Cuando otros intentan atemorizarnos y separarnos, nuestra respuesta es siempre la de una comunidad unida”, agregó la primera ministra.El presunto autor de los atentados, abatido por la policía el domingo, fue identificado como Omar el Hussein, un danés de origen palestino con historial de delincuencia.Lo ocurrido el fin de semana en la capital danesa tuvo una repercusión particular en Francia, donde unos atentados islamistas dejaron 17 víctimas en enero, incluidos varios judíos. París llamó a la unidad nacional para combatir el “islamofascismo”, como lo definió el primer ministro Manuel Valls, que pesa sobre Europa.Según los servicios de inteligencia daneses, El Hussein se habría inspirado en los ataques de París contra un supermercado de comida judía y la revista satírica Charlie Hebdo, que publicó varias caricaturas del profeta Mahoma.Nuevos tipos de guerra Los ataques en Dinamarca levantaron una ola de indignación de Tokio a Londres, de Riad a Nueva York. En París, esta se sumó a la provocada por un acto antisemita en el este de Francia, donde cientos de tumbas fueron profanadas en el cementerio judío de Sarre-Union, un acto que Valls calificó de “odioso”.“Un nuevo tipo de guerra”, tituló el diario de extrema derecha Jyllands-Posten, en el que aparecieron las viñetas de Mahoma en 2005, provocando numerosas y violentas protestas en el mundo musulmán.Con un esquema muy similar al de los yihadistas de París, el asaltante primero disparó decenas de veces con una pistola ametralladora contra un centro cultural donde se celebraba un debate sobre el islam y la libertad de expresión, matando a Finn Nørgaard, un cineasta de 55 años. Después, consiguió huir en coche y por la noche, abrió fuego ante la gran sinagoga de Copenhague, matando a Dan Uzan, un judío de 37 años. Durante los ataques, hirió además a cinco policías.Entre los asistentes al debate se encontraba el caricaturista sueco Lars Vilks, que ha recibido numerosas amenazas desde 2007, a raíz de la publicación de uno de sus dibujos que mostraba al profeta Mahoma con un cuerpo de perro.El dibujante vivirá a partir de ahora y de forma indefinida en un lugar secreto, según anunció la policía sueca.La policía danesa tenía fichado al sospechoso individuo por actos de delincuencia y, según la prensa, salió hace dos semanas de la cárcel, donde cumplía condena por haber agredido a un hombre de 19 años en la estación de Copenhague sin motivo aparente, lo que hace temer que sufrió una radicalización en prisión.Los judíos daneses se quedan en casaEl primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a cuestionar la capacidad de las democracias europeas para proteger a sus comunidades hebreas y llamó a los judíos de Europa a emigrar masivamente a Israel.La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, prometió proteger a la pequeña comunidad judía de Dinamarca, y pidió que se queden. “La comunidad judía ha estado en este país durante siglos. Pertenecen a Dinamarca, son parte de la comunidad danesa y no seríamos lo mismo sin ellos”, aseguró.La comunidad judía danesa, por su parte, agradeció la “amabilidad” de Netanyahu, pero rechazó la oferta. “No es el terror lo que nos hará marcharnos a Israel”, declaró a la AFP un portavoz, Jeppe Juhl.En una conversación telefónica con la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó su solidaridad y se comprometió a enfrentar el antisemitismo y los ataques a la libertad de expresión junto con Copenhague.Estrategia antiterroristaApenas horas después de que los jefes de Estado y de Gobierno europeos adoptaran una nueva estrategia antiterrorista en Bruselas, los atentados de Dinamarca obligaron a intensificar los esfuerzos. El impacto por los ataques de Francia el 7 de enero motivó una reunión extraordinaria de los Veintiocho el pasado jueves. Los detalles sobre el perfil del terrorista danés y su entorno pueden forzar alguna modificación en esas líneas maestras si revelan lagunas que deban taponarse con regulación europea. Los ministros de Interior y Justicia volverán a revisar lo acordado el 12 y 13 de marzo.“Seguiremos adelante con las nuevas prioridades que hemos acordado en la lucha contra el terrorismo”, aseguró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un comunicado. El primer punto de ese plan consiste en crear cuanto antes un registro europeo de pasajeros aéreos. La premura obedece al convencimiento que tienen las autoridades de que la mayor amenaza deriva de los flujos de yihadistas entre Europa y los países en conflicto (principalmente Siria e Irak) que viajan sin trabas con su pasaporte comunitario.El otro elemento que enfatizan los Estados es la necesidad de modificar el código de Schengen para poder controlar más sistemáticamente los documentos de identidad de los europeos que entran o salen del área de libre circulación. La Comisión Europea debe ahora presentar una propuesta concreta.Sobre la otra herramienta que los Estados miembros persiguen para controlar los desplazamientos en el territorio Schengen, el registro europeo de pasajeros aéreos, se produjeron las primeras señales concretas de avance. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, informó a los Veintiocho que la Eurocámara, que tiene paralizado el proyecto, debatirá el próximo 26 de febrero enmiendas para sacarlo adelante. A partir de entonces, la tramitaci&
;oacute;n tiene más posibilidades de agilizarse. “Debemos encontrar un punto de equilibrio entre la protección de las libertades individuales y la lucha contra el terrorismo”, esbozó Schulz.Los líderes también acordaron cooperar con el sector privado -principalmente con las empresas de Internet- para poder retirar de la Red contenidos “que promuevan el terrorismo y el extremismo”.De manera más secundaria, los líderes abogan por dos medidas que los recientes atentados en la UE sitúan como prioritarias: prevenir la radicalización de jóvenes expuestos al extremismo y cooperar con los países de regiones convulsas.





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