POSADAS. Pasaron 43 años de aquella ovacionada presentación de Los Hermanos Cuestas en el Festival de Folklore de Cosquín, ayer con el recuerdo de esos años las redes sociales se poblaron de homenajes a Néstor Esteban y Rubén Rodolfo Cuestas. La llegada de la chamarrita marcó toda una historia para estos músicos entrerrianos que tienen mucho de Misiones en su sangre. Es que cuentan que el silbido de los pájaros, un sello distintivo del dúo, nació en el primer Festival Nacional de la Música del Litoral.El registro histórico musical recuerda que allá por 1964 lograron presentarse en el Festival de Cosquín, donde obtuvieron una mención especial, ya que no existía premio para dúos. Rápidamente fueron invitados a compartir escenarios con reconocidos intérpretes del momento, como Margarita Palacios y Jorge Cafrune. Con un bombo y una guitarra a cuestas, llegaron a Buenos Aires en 1967, llevando un estilo nuevo para esa época, en que el folklore argentino pasaba por uno de sus momentos dorados. Allí debutaron en los desaparecidos programas “Patio de Tango” y “La Querencia”, con gran éxito.Los Hermanos Cuestas, comenzaron una creciente carrera con incontables presentaciones en radio, teatro, cine y televisión. En 1972, apadrinados por Florencio López, volvieron a la Plaza Próspero Molina, de Cosquín, donde tras una interminable ovación se convirtieron en “Ganadores del Pre Cosquín”. Esto les posibilitó participar en el festival mayor de ese año, y apenas en la segunda luna fueron consagrados “Revelación Cosquín 1972”.Ese reconocimiento abrió paso a una brillante trayectoria a nivel nacional e internacional, que -entre otras cosas- los llevó a participar en dos películas argentinas: “Los gauchos judíos” y “Mire que lindo mi país paisano”. Han grabado numerosas canciones, propias y de poetas y autores de la talla de Linares Cardozo, Víctor Velázquez, Jorge Méndez, Santos Tala, Juan Carlos Mondragón y Carlos Santamaría entre otros. Entre su repertorio más conocido se pueden mencionar temas como “Juan del Gualeyán”, “Soy entrerriano”, “Peoncito de estancia”, “Canción de Puerto Sánchez”, “Coplas felicianeras”, “Ojitos color del tiempo” y “El taca taca del motor”.Sobre la chamarrita un género que ellos retrataron musicalmente con calidad, hay evidencias de que se bailó esporádicamente en salones entrerrianos y santafesinos desde 1855, aunque su popularización se habría producido diez años después, durante la guerra, por el paso de los soldados brasileños que dejó al menos las coplas y tal vez las melodías en la campaña entrerriana y correntina, donde también se la llamó polca canaria ya que se trataría de una variedad de polka popularizada en las Islas Canarias, Azores y Madeira. “Juan del Gualeyán” sonará por siempre en los músicos litoraleños.





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