BUENOS AIRES (NA-DyN). La jueza Fabiana Palmaghini dispuso ayer la restricción de salida del país de un excolaborador de Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, quien quedó en la mira de la Justicia por haber sido la última persona que vio con vida al fiscal, aunque finalmente el hombre se puso a disposición de la causa y podría volver a declarar.A través de un comunicado, la Fiscalía informó que no había dispuesto custodia especial para Lagomarsino, la última persona que se reunió con el fiscal y quien le prestó el arma calibre 22 hallada en su departamento, por lo que “luego de reiterados intentos por ubicarlo” finalmente le prohibió salir de la Argentina “a los efectos de tenerlo a derecho”.“En relación con lo publicado en distintos medios de comunicación que indicaban que Lagomarsino se encontraba en un hotel protegido por fuerzas de seguridad”, la fiscal aclaró que “ni ella ni la jueza dispusieron protección” especial.Indicó, además, que la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez, “notificó que ninguna de las fuerzas federales tiene a su cargo medidas de protección de alguna índole” y que el jefe de la Policía Metropolitana, Horacio Alberto Giménez, “confirmó que esa fuerza tampoco ordenó custodiarlo”.“A los efectos de tenerlo a derecho, cualquiera sea su situación procesal, la fiscal solicitó y la jueza dispuso la restricción de salida del país de Lagomarsino, luego de reiterados intentos por ubicarlo”, indicó el comunicado oficial. Finalmente anoche la jueza dispuso que Gendarmería se haga cargo “de inmediato” de custodiar al joven.Tras conocer el texto, Lagomarsino se comunicó con la Fiscalía. Informó que se encontraba “a resguardo” en el domicilio de un amigo y que estaba “a disposición”.El excolaborador de Nisman, experto en informática, había asegurado al declarar en la causa el lunes último que el fiscal le había pedido la pistola por la seguridad de sus hijas y que le dijo que la iba a guardar en la guantera de su automóvil.Según declaró, el fiscal le dijo el último sábado por la noche que temía lo que pudiera pasarle en la calle y tenía miedo que alguien lo agrediera “con un palo” estando acompañado por sus dos hijas.En su declaración, la única que prestó hasta el momento, Lagomarsino aseguró que le preguntó a su jefe por qué no le pedía un arma a su custodia y que éste le respondió que no les tenía confianza.Además, aclaró que en ningún momento Nisman le hizo mención a Antonio Jaime Stiuso, el exagente de inteligencia recientemente desplazado de la Side y vinculado al fiscal, y que según trascendidos periodísticos le habría dicho que “desconfiara” de su custodia.“¿Vos sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos porque tienen miedo?”, dijo Lagomarsino que le preguntó Nisman, cuando ambos se encontraron en el departamento de la torre Le Parc, donde el fiscal apareció sin vida el domingo.Lagomarsino, que se dedicaba a copiar y desbloquear archivos en la Unidad Especial Amia, recordó que cuando llegó al departamento de Nisman en Le Parc lo vio a Nisman trabajando con papeles que él supone estaban relacionados con la presentación de la denuncia contra la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, entre otros.“¿Vos tenés un arma?”, dice Lagomarsino que le preguntó el fiscal, por lo que volvió a su casa, tomó el calibre 22, y regresó a las 20.30 con ella al departamento del fiscal en Le Parc: según indicó, la guardia consultó al fiscal, éste lo hizo pasar y no hubo revisación de ningún tipo.El empleado aseguró que cuando le dio su arma, el fiscal le aclaró que iba a llevarla en la guantera del automóvil en el que se desplazaba, y por miedo a que le pasara algo a sus hijas.QuerellanteLa atención también estuvo centrada ayer en la declaración testimonial, durante ocho horas, de la exesposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, cuyo contenido no trascendió, pero que dio lugar a que la jueza Palmaghini ordenara nuevas medidas de prueba.La fiscal Viviana Fein distribuyó en la sede de la Fiscalía un comunicado en el que aclaró que estaba a la espera de “la finalización de un peritaje balístico donde se dispuso la toma de muestras a los efectos del cotejo de ADN”, así como también conocer “si el proyectil extraído del cuerpo se corresponde con el arma hallada en el lugar”.Así, mientras la declaración de Arroyo Salgado se extendía hasta el atardecer, la jueza ordenaba medidas “a fin de recolectar nuevas pruebas” y se realizaba otro operativo en el edificio donde vivía Nisman, a cargo de la Policía Federal.Si bien Fein quiso mantener “en reserva los detalles” hasta que lo ordenara la magistrada Palmaghini, se supo que a la Torre Le Parc, donde fue encontrado muerto Nisman, llegaron para trabajar peritos de Homicidios y de Delitos Informáticos de la Policía Federal.Arroyo Salgado, que ingresó a la Fiscalía a las 10.35 y se retiró después de las 19, no tiene plena confianza en la investigación y pretende presentarse como querellante en la causa en representación de sus dos hijas, lo que le permitiría aportar sus propios peritos de parte.Arroyo Salgado brindó detalles a la fiscal sobre sus últimos contactos con Nisman en el marco del viaje a Europa, donde se iban a encontrar para pasear con sus dos hijas.La causa sigue caratulada como “muerte dudosa” y ahora la fiscal investiga la hipótesis del asesinato, por lo que continuaron los procedimientos en la Torre Le Parc, donde el jueves por la noche se realizó un allanamiento de más de cinco horas y se confiscaron las grabaciones de las cámaras de seguridad.La fiscal se presentó allí junto a un equipo técnico y, entre otras dependencias, recorrió el centro de control de las cámaras de seguridad y los pasadizos, donde se encuentran equipos de aire acondicionado, que conectan el departamento de Nisman con el de un vecino.“Vamos a cotejar con el personal de mantenimiento, las huellas plantares y de la mano podrían corresponder con personal que periódicamente revisaban los equipos de aire”, manifestó Fein.





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