MONTECARLO. Se supo que uno de los hombres más buscados por la Policía en Misiones purgó condena por dos asaltos desde 2006 y hasta 2013, según fuentes del Servicio Penitenciario Provincial. Se trata de Hugo Cáceres Doldán, quien se cree que fue el “pistolero” o quien ejecutó a quemarropa y de seis balazos a Guillermo Daniel Ramírez (46), quien trascendió en la opinión pública como el “Narcopiloto”, debido a los antecedentes que registraba (ver nota aparte). Se cree que el fugitivo cometió el crimen en complicidad con el único detenido en la causa, un joven de 23 años conocido con el alias de “Maicol” y que registraría antecedentes por delitos contra la propiedad. Tal como publicó ayer PRIMERA EDICIÓN, los investigadores llegaron hasta “Maicol” al rastrear su motocicleta, abandonada cerca del lugar del hecho. La mitad de una chomba de color blanco amarronada o beige fue hallada en la baulera de ese rodado, en tanto que lo que sería el resto de esa prenda de vestir -coincide casi al 100%- fue encontrado en la vivienda del sospechoso. Muchos testigos coincidieron en que ambos acusados fueron vistos merodeando horas antes la zona donde se cometió el homicidio y que, además, iban a bordo de la moto que fue incautada posteriormente. Para la Policía, se trató de un homicidio perpetrado en medio de un raid delictivo. Además, se presume que Ramírez fue una de las víctimas “al voleo” y que el delincuente que le disparó lo hizo en medio de un forcejeo. Todo indicaría que el “narcopiloto” intentó resistirse al asalto y en esas circunstancias lo acribillaron. Fue a las 21 del último lunes a la altura del kilómetro 1.521 de la ruta nacional 12, a escasos 200 metros del acceso sur de Montecarlo, arteria también conocida como avenida Daru. La víctima caminaba por la colectora, cerca de una conocida parrilla, a metros del cruce con la calle Guabirá, cuando en la escena irrumpió una motocicleta azul y negra de 110 centímetros cúbicos en la que se desplazaban dos jóvenes. Según testigos, los “motochorros” abrieron fuego al menos siete veces. Seis de esos balazos impactaron de lleno en distintas partes del cuerpo de Ramírez, quien cayó gravemente herido y murió unos pocos segundos después. Si bien desde un primer momento se hizo fuerte la hipótesis de un “ajuste de cuentas” vinculado al pasado en prisión por narcotráfico del infortunado piloto, esta versión fue rápidamente descartada por los investigadores. Y por varios indicios. Uno de los primeros fue el hallazgo del reloj de la víctima, totalmente destrozado, lo que indicaría un forcejeo entre el fallecido -que también era abogado- y sus asesinos. Otro elemento que induce a que se trató de un crimen en ocasión de robo es que, cerca de las 22 de ese mismo lunes, hubo un llamado de alerta por parte del dueño de una carnicería situada a unos 800 metros de la escena del homicidio. El comerciante relató que segundos antes habían irrumpido dos delincuentes armados en su negocio. Los forajidos le apoyaron un revólver en la cabeza y gatillaron dos veces. “Diego, quedate piola que queremos la plata”, le dijo uno de ellos con marcado acento lugareño. Luego escaparon con la caja registradora, donde se encontraba la recaudación del día. El carnicero tomó su vehículo particular y comenzó a seguir a los ladrones. La persecución se extendió unas diez cuadras. Al notar que eran perseguidos, los maleantes se metieron en un malezal, cayeron de la moto, la abandonaron y escaparon a la carrera con la caja registradora. La moto -marca Cerro e incautada por los uniformados- fue fundamental para llegar hasta los sospechosos. Primero porque fue señalada por testigos como la que vieron frente a la vivienda de la víctima y porque cuando fue ubicado su dueño, “Maicol”, éste resultó tener en su casa la mitad de una chomba hallada en ese mismo rodado. En las últimas horas, los efectivos allanaron el domicilio de Cáceres Doldán en Montecarlo y de sus padres en Eldorado, sin lograr ubicarlo. El hombre purgó condena por dos robos calificados en concurso real, según informaron fuentes de la UR III y penitenciarias. Quién era Daniel Ramírez El hombre que se hizo conocido públicamente por el apodo de “narcopiloto” recibió una pena de siete años de prisión en 2008, luego de que en enero de ese año fuera descubierto con 4.124 kilogramos de marihuana que escondía en un hangar del aeroclub de Colonia Laharrague, un paraje emplazado sobre la ruta provincial 16, a unos 25 kilómetros de Montecarlo.Mientras cumplía la condena en la Unidad Penal 17 del Servicio Penitenciario Federal, en Candelaria, se produjo el robo de una avioneta en el aeroclub de Eldorado. Fue en la madrugada del viernes 28 de octubre de 2011 y nada vinculaba hasta ese momento a Ramírez con ese episodio delictivo, pero el detalle casi de película que surgió después lo hizo tristemente célebre a nivel nacional. Salpicó a penitenciariosFueron huellas dactilares halladas en una botella secuestrada en el aeroclub las que confirmaron que Ramírez formó parte del robo, pese a que nadie pudo explicar cómo el interno logró salir de la cárcel y posteriormente regresar, como si nada hubiese sucedido. Por el insólito y grave hecho, una veintena de penitenciarios fue pasada a disponibilidad. La avioneta apareció totalmente “repintada” y con otra matrícula en Santiago del Estero, repleta de marihuana, a mediados del año pasado. Para ese entonces Ramírez ya había recuperado la libertad y se había afincado en Montecarlo, hasta el lunes, cuando balas asesinas terminaron con su vida. En las próximas semanas el narcopiloto se disponía a firmar su libertad definitiva en la causa por la cual fue condenado.





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