PARÍS, Francia (AFP-NA). Casi dos semanas después de los atentados yihadistas en Francia, la investigación se centraba ayer en la posible complicidad de cuatro hombres que comparecen ante la Justicia, el mismo día en que el primer ministro Manuel Valls denunció un “apartheid” social y étnico en el país.“La relegación en las afueras de las ciudades, los guetos, de los que ya hablé en 2005, el apartheid territorial, social, étnico que se ha impuesto en nuestro país” figuran entre “los males que corroen” a Francia, dijo el primer ministro Manuel Valls en su discurso anual ante la prensa.En la víspera, el presidente francés François Hollande volvió a defender la tolerancia y la libertad de expresión ante las manifestaciones contra las caricaturas de Mahoma del semanario satírico Charlie Hebdo, objetivo del atentado del 7 de enero en París en el que murieron doce personas.El lunes, cientos de miles de personas manifestaron en Chechenia y las protestas del viernes al domingo en Níger dejaron diez muertos.“No insultamos a nadie cuando defendemos nuestras ideas, cuando proclamamos la libertad”, dijo el lunes el presidente francés François Hollande. “Francia no da lecciones ningún país pero Francia no acepta ninguna intolerancia”, añadió.Europa sigue en estado de alerta por el riesgo de atentados y ayer hubo nuevos registros en Alemania en círculos yihadistas, aunque sin detenciones.En una cumbre europea celebrada el lunes, la Unión Europea pidió a Turquía su cooperación en la lucha contra el yihadismo.En Francia, donde el miércoles el ministro del Interior Bernard Cazeneuve presentará varias “medidas antiterroristas”, cuatro hombres de entre 22 y 28 años comparecieron el martes ante un tribunal para esclarecer su posible complicidad en los atentados.Los cuatro forman parte de las doce personas detenidas en la madrugada del viernes que podrían haber dado apoyo logístico (principalmente armas y vehículos) a Amedy Coulibaly, responsable de la muerte de una policía el 8 de enero y de la toma de rehenes un día después en un supermercado judío en el que murieron cuatro personas.Uno de los rehenes, Lassana Bathily, de 24 años, un maliense musulmán que salvó a varias personas escondiéndolas en la cámara frigorífica del supermercado, recibió ayer la nacionalidad francesa.Por otra parte el palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, anunció ayer que un dron sobrevoló el viernes “durante algunos segundos” el edificio.Desde los atentados que traumatizaron a Francia, la investigación se concentra en los cómplices de Coulibaly y de Cherif y Said Kouachi, los dos hermanos que perpetraron el ataque a Charlie Hebdo. Los tres murieron a manos de la policía.Todavía se desconoce quién proporcionó las armas a Coulibaly, que tenía dos pistolas Tokarev, dos Kalachnikov y explosivos, además del pequeño arsenal hallado en un apartamento de Gentilly, cerca de París, donde habría estado.Tampoco se sabe cómo llegó al supermercado y quién publicó en internet un video póstumo de reivindicación. Según una fuente policial, las autoridades están siguiendo a varias personas a partir de muestras de ADN y de escuchas telefónicas en el entorno de los tres yihadistas.El ministro del Interior anunciará hoy medidas para “reforzar los medios de protección” de la policía y de los gendarmes pero también para los servicios de inteligencia, acusados de “errores” en la vigilancia de los yihadistas.Mientras tanto siguen las manifestaciones contra la portada del último número de Charlie Hebdo, el primero publicado tras los atentados, en la que aparece un Mahoma con lágrimas en los ojos con un cartel de “Je suis Charlie”, el lema de repulsa a los atentados, y un texto que dice “Todo está perdonado”.





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