POSADAS. Ladrones ingresaron ayer a la madrugada a la Escuela 106 de esta ciudad y robaron computadoras, proyectores, equipos de música y de electrónica que tanto le costó conseguir a ese establecimiento educativo. Fueron los docentes que acuden diariamente a la institución en el marco del programa Escuela de Verano quienes detectaron que extraños habían ingresado al edificio a través de la ventana de la dirección. Para ello, debieron forzar un barrote de la reja de la ventana que da al predio verde que rodea a la escuela. “Lo que más nos llama la atención es que no sufrimos ningún robo mientras la escuela estuvo cerrada y ahora nos roban, justo cuando volvimos a abrir las puertas para recibir a los niños que se inscribieron en la Escuela de Verano. Por supuesto, la pérdida de estos equipos nos obligará a modificar algunas actividades planificadas para el verano”, indicó a PRIMERA EDICIÓN la directora de la Escuela 106, María Elisa de la Vega. Aunque aún no habían revisado con precisión pues esperaban la llegada de la Policía Científica, a simple vista los docentes relevaron la pérdida de dos máquinas de fotos que recibieron a fin de año, una filmadora, dos proyectores, dos monitores, dos CPU, un router, dos teclados, dos mouse, dos micrófonos inalámbricos, ocho radios, el botiquín del laboratorio con todos los elementos y tres caloventores. “En las CPU estaba toda la información importante de la escuela, incluida la base de datos de los alumnos y todos los proyectos que presentamos desde la institución”, detalló la directora. Hipótesis que entristecenSegún contó muy triste la directora de la escuela, “todo hace pensar que entraron a robar personas que conocen muy bien nuestra escuela. De hecho, entraron por una ventana de la dirección que no se podía trabar. No rompieron nada pero revolcaron bastante. No sabemos qué pensar… justo la alarma estaba desconectada porque en diciembre sufrimos un pequeño incendio como consecuencia de un cortocircuito y no pudimos volver a conectar el sistema de seguridad”, relató la docente. Según relató, “por la noche, el predio que rodea a nuestra escuela y a la Normal 10 se transforma en tierra de nadie. Ahí se juntan un montón de chicos que vienen a tomar y a drogarse. Desde que terminaron las clases estamos esperando que la Municipalidad venga a cortar el pasto porque ya está una maleza. Ayer por la tarde, la directora buscó a un herrero para reparar la reja forzada. “Estas rejas colocó el Consejo General de Educación (CGE) hace unos cinco años, pero no son muy seguras, les faltaría un barrote vertical para impedir que ingrese alguien delgado”.




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