BONPLAND. Hay una palabra común que se repite en las declaraciones que hacen los jefes municipales de localidades que sintieron en carne propia al temporal: desastre. La misma también eligió José Schiro, intendente de Bonpland para graficar la situación que le toca vivir a su ciudad.El primero de enero no fue un día festivo para los habitantes de esta pequeña localidad ubicada a setenta kilómetros de Posadas. Alrededor de las 17 comenzaron a sentir que se venía una fuerte tormenta. “Nos tomó desprevenidos, fue un temporal muy fuerte de viento y lluvia. Fue algo desastroso, el viento duró alrededor de media hora y afectó a cincuenta casas con daños de todo tipo. Hubo caída de árboles en todo el pueblo que destruyó buena parte del tendido eléctrico, así que ahora mismo estamos sin luz”, declaró el intendente en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Una vez que pasó la tormenta pudieron dimensionar lo sucedido y rápidamente se conformó un comité de crisis para ayudar a los vecinos que perdieron buena parte de sus pertenencias. “Las familias están contenidas, la mayoría en sus casas. Desde la Municipalidad estamos reparando techos con la entrega de chapas y tratando de solucionar algunas situaciones con plásticos”, indicó. A su vez, señaló que se comunicó con el Gobierno provincial para pedirle ayuda para los afectados y que estos le contestaron que iría pronto. Mientras tanto, no quedaba más que esperar. Antes de que suceda este temporal ya se encontraban sin luz ni agua debido a las tormentas que se desataron en la provincia. “El 31 desde las 18 estuvimos sin luz, luego regresó a la noche y ahora, a causa de esto que nos tocó vivir, seguimos sin electricidad. Como consecuencia, tampoco tenemos agua, con todos los riesgos que esto significa”, se lamentó Schiro. La situación se volvía aún más amenazante porque el tiempo no daba indicios de mejorar. “El tiempo sigue inestable”, finalizó.




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