SAN IGNACIO. Dicen que no es la primera vez, sin embargo en esta ocasión explotaron los trabajadores. La falta de combustible para mover la ambulancia del hospital de esta ciudad derivó en una denuncia pública de la trabajadora Rosa Franco, quien afirmó que tuvo que conseguir nafta para trasladar a un niño al Hospital Escuela de Agudos de Posadas. Los problemas en el centro sanitario de San Ignacio no son nuevos: en reiteradas ocasiones los empleados protestaron por las malas condiciones edilicias y la falta de insumos. A pesar de esto, la situación sigue siendo similar o peor incluso: “El techo está roto, cada vez que llueve entra agua, los ventiladores no funcionan ya que la instalación eléctrica es un desastre y las paredes están todas rajadas, falta arreglar la mitad del hospital”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Rosa Franco, una de las trabajadoras. La impotencia de vivir esa situación le dio el valor a Rosa para detallar cómo fue esa mala experiencia: “Me encontraba con la doctora y recibimos a una embarazada. En ese instante también ingresó una mujer con un niño en brazos, en muy mal estado general. La decisión fue rápida, había que trasladarlo de urgencia a Posadas”, relató la enfermera y agregó: “Allí recordé que la ambulancia no tenía combustible. Entonces, nos desesperamos con la médica y llamé a algunos contactos, porque no sabíamos qué hacer”. La solución se la dieron desde Acción Social de la Municipalidad local, que -según Franco- aportó para el combustible de la ambulancia. “Luego de toda esa situación, llamé al intendente local (Juan Romero) para contarle lo que pasó y él me dijo: dale para adelante, salí a reclamar vos, enviá notas, nosotros te vamos a apoyar”, aseveró sorprendida por la respuesta del jefe comunal.Falta de insumos“San Ignacio es una de las principales ciudades turísticas de nuestra provincia, sin embargo no tenemos ni agua fría para ofrecer a los turistas. Hay que ser más profesionales con la salud, no podemos tener un hospital en las pobres condiciones en que lo tenemos”, dijo Franco. “Ni siquiera guantes tenemos. Hay que poner dinero para comprar los insumos necesarios para atender a los pacientes, como ser alcohol, gasas, jeringas”, graficó. “Todo el personal ya está cansado, también hay que contratar más gente, porque hay personas ya de edad, enfermos. Y encima, con el correr de los años, hemos perdido categoría y personal capacitado, como médicos clínicos, especialistas como ginecólogos, dentistas, y casi se fue el anestesista. En el hospital tampoco hay administrador, porque la persona encargada se fue y nunca fue reemplazada”, aseguró Franco. Sobre esto último aclaró que “hay una señora de la mesa de entrada que hace las veces de administradora y además, cada tanto, viene un funcionario municipal para ver cómo está el hospital, pero eso no sirve”. “Esa mujer miente”PRIMERA EDICIÓN se comunicó ayer con el ministro de Salud Pública, Oscar Herrera Ahuad, quien muy ofuscado aseguró que “yo sé quién hizo la denuncia pública, no es una vecina más de la ciudad, es Rosa Franco, una dirigente de ATE que nunca se encuentra en el hospital. Hace unos diez días fui a San Ignacio y no la vi, ahora sale con esta denuncia” . El ministro sí confirmó que ayer enviaron insumos para este hospital y que los vales de combustibles son enviados por la Red de Emergencia.




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