POSADAS. Cada vez son más habituales y temerarios los asaltos perpetrados en horario nocturno en esta ciudad. La modalidad implementada es la del robo a mano armada y a cara descubierta. Las víctimas elegidas preferentemente por estos delincuentes son comerciantes que trabajan a altas horas de la noche. Quizás pensando que se encontrarán con la recaudación del día, lo que se transformará en un provechoso botín o bien sólo aprovechan la soledad de la noche, para evitar testigos o mayor presencia policial.El miércoles último, Roberto, de 25 años, manifestó que se encontraba trabajando en una farmacia ubicada en la avenida Chacabuco al 4000 cuando un supuesto cliente, para él desconocido, ingresó al local, se abalanzó sobre el mostrador, se acercó al farmacéutico y extrajo un arma de fuego de entre sus ropas. Inmediatamente, y sin mediar palabras, le apuntó y le exigió el dinero que en esos momentos tenía en la caja.Una vez que consumó el hecho, el delincuente obligó al comerciante a arrojarse al piso, circunstancia aprovechada por el “caco” para darse a la fuga. Se desconoce si escapó de a pie o en algún vehículo. El damnificado se dirigió a la seccional Sexta, donde radicó la denuncia. Una vez al tanto de lo ocurrido, personal de esa dependencia inició la investigación del caso. Se le dio intervención a la Justicia de Instrucción en turno. Hasta anoche no había sospechosos detenidos por el hecho.





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