SAN IGNACIO. Con un saldo más que positivo en lo que respecta a competidores, clima y público, se realizó con total éxito la primera fecha de la Copa Argentina de Wakeboard, durante cuatro días, en los que el complejo turístico Club de Río se convirtió en el punto de encuentro para los amantes del sol, el agua, los deportes extremos y la música en vivo.El Wakeboard es uno de los deportes alternativos que año a año va captando la atención de desconocidos y adeptos a otras disciplinas alternativas. Hace un tiempo, un puñado de jóvenes apasionados por las piruetas y los saltos sobre el agua tomaron la posta y conformaron el FreeRide Club Misiones. Con la intención de hacer expandir sus conocimientos y sus ganas de saltar se embarcaron en la organización de las fechas puntuables para el campeonato Argentino. Este fue el tercer año consecutivo que desarrollan este evento en la provincia.Entre todos los atractivos que tiene la competencia, hay un espectáculo que no se ve pero que se hace imposible pasarlo por alto, el show del speaker. Desde el inicio de las pruebas hasta el ocaso del sol, el presentador y uno de los precursores del Wakeboard en este país, Ezequiel el “Negro” Buzza, fue el encargado de ponerle onda y contar lo que sucedía, que va a pasar dentro y fuera de la cancha (o sea, el río).Bussa es una de las voces autorizadas a la hora de opinar acerca del presente de este deporte en nuestro país. Según su visión, a nivel de infraestructura la sede de Misiones, en San Ignacio, es sin dudas la mejor de toda Argentina. Cuando la Federación Argentina de Esquí y Wakeboard (FADEW) se dispone a organizar el cronograma de fechas, busca lugares que tengan una serie de condiciones indispensables para su buen desarrollo. El arte de la vozHace más de diez años que el “Negro” Buzza se dedica plena y exclusivamente a relatar lo que está pasando dentro del agua. Si se quiere, se puede clasificar esta labor como una de las profesiones más divertidas del mundo.A la hora de explicar su trabajo, Buzza relata que “uno trata de buscar la interacción con el público, y si hay una respuesta comienza el juego, lo más difícil es que preste atención a lo que está ocurriendo, quizás lo más complejo es el nombre de las maniobras, porque son todas en inglés; ahí es donde entra a jugar la destreza del relator, tengo que dibujarles en palabras lo que ocurre en la pista. Creo que para todos lo que practicamos esta disciplina lo importante es lo que se genera después”, y agregó que “esto es un show, por ahí el público puede llegar a entender o no lo que está pasando en el agua, pero lo importante es que sabe que está pasando algo bueno, de esta forma se empiezan a interiorizar un poco más, vienen, se acercan, preguntan, se sacan las dudas, nosotros los incentivamos a que se animen a practicar y recién ahí se dan cuenta de que no es tan difícil como parece desde afuera”.Vieja escuelaA la hora de recordar los primeros tiempos del Wakeboard nacional, Buzza se pone un poco nostálgico y cuenta que todo se inició en el siglo pasado, allá por 1993. “En esos tiempos era todo muy raro y un tanto difícil, no existían los medios, la información, ni Internet, con suerte cada tanto pegábamos una revista que venía desde afuera, toda en inglés, la hojeábamos y nos poníamos a imitar los movimientos sobre la tabla de uno de los chicos que había traído desde Rosario”.Según Ezequiel, en la actualidad los competidores nacionales están pasando por un buen momento deportivo, hoy un joven de catorce nos deja en ridículo”.





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