BOGOTÁ, Colombia (AFP-NA). Una semana crucial comenzó para el proceso de paz en Colombia, luego de que el Gobierno y las Farc acordaran la liberación de un general y otras cuatro personas en poder de esa guerrilla marxista.El desenlace de estos operativos condiciona directamente la reanudación de las negociaciones suspendidas hace una semana por el presidente Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el principal grupo rebelde del país con unos 8.000 combatientes.La delegación de la guerrilla en Cuba, donde se adelantan los diálogos de paz desde hace dos años, confirmó este lunes en un comunicado que el martes serán liberados dos soldados capturados el 9 de noviembre en el departamento de Arauca (este), fronterizo con Venezuela.La liberación de estos dos soldados fue ofrecida por la guerrilla cuando se comprometió a entregar al brigadier general Rubén Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, retenidos el domingo 16 en el departamento de Chocó (oeste), en la costa del Pacífico.La captura de Alzate, el oficial de más alto rango en manos de las Farc en 50 años de conflicto armado, fue la gota que derramó el vaso para Santos, provocando la suspensión de las negociaciones.“Ha sido activado el Acuerdo Humanitario Especial que retornará el martes a la libertad a los soldados profesionales Paulo César Rivera y Jonathan Andrés Díaz, desde un lugar de las sabanas del Arauca”, dijeron ayer las Farc desde La Habana.El Ejército colombiano ya interrumpió sus actividades en esa región, en un procedimiento habitual que permite la liberación de los capturados en condiciones seguras y con la intermediación de una misión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). “Destruyó la confianza”En un duro mensaje publicado en el sitio web de las Farc, el jefe máximo de esa guerrilla, Timoleón Jiménez, alias Timochenko, criticó la suspensión de los diálogos y aseguró que con esa medida el presidente “destruyó la confianza”.“Las reglas del juego que siempre reclamó (Santos) fueron (…) que nada de lo que ocurriera en los campos de batalla tendría por qué afectar el curso de las conversaciones”, recordó Timochenko, quien también advirtió que “las cosas no podrán reanudarse así no más”.Por otra parte, las Farc reprocharon al Gobierno “poner en peligro” la entrega del general Alzate al mantener actividades militares en Chocó, una selvática región de acceso particularmente difícil con muchos ríos y arroyos.





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