POSADAS. Única en Misiones, la Tecnicatura Aeronáutica se dicta desde 2011 en la Epet 37 “Benjamín Matienzo” -exEscuela Provincial de Instrucción y Perfeccionamiento Aeronáutico, Epipa- en esta localidad. Funciona en el edificio de calle Jujuy 1459 casi Santa Fe que fue reacondicionado para estos fines, ya que hasta 2012 tenía muy poco espacio para las aulas y talleres mecánicos.“Los egresados de esta tecnicatura podrán trabajar en aeropuertos y aeroclubes de cualquier parte del país y del mundo, ya que están capacitados para proyectar, diseñar y reparar aeronaves”, destacó Dante Alegre, regente de la institución.Actualmente el BOP recibe un promedio de 36 ingresantes por año y en total son unos 110 alumnos de distintos barrios de Posadas como Itaembé Miní y San Isidro, y también de Garupá. Tienen las clases teóricas en contraturno con los talleres. El número de estudiantes irá creciendo a medida que esta primera cohorte de estudiantes vaya “fundando” cada año: el año que viene se dictará por primera vez el 5º año. En el turno noche se dicta el curso de despachante de aduana, que forma personal calificado para planificar los vuelos acorde a los reglamentos. Para acceder se requiere terminar el secundario. Los títulos son emitidos por la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac).Mostrar lo aprendidoEn una muestra realizada en la escuela, los jóvenes mostraron los trabajos que fueron desarrollados durante todo el año. Los alumnos de 1º y 2º mostraron las maquetas de aviones realizadas en madera balsa. “En el primer año se estudian las materias y talleres básicos: carpintería, ajuste, hojalatería, herrería y electricidad. Las clases son a la mañana y a la tarde los talleres”, indicó Alegre. “Los del 2º ciclo -3º y 4º año- son trabajos de neumática y de aviones y máquinas, con esos motores hicieron reparaciones. Son partes de aeronaves en desuso. Algunas de ellas vinieron de Córdoba”, explicó Alegre, en referencia a las hélices de aviones que los jóvenes presentaron en la muestra.Edificio más cómodoDurante años y cuando todavía era Epipa, la comunidad educativa tuvo que afrontar inundaciones, techos deteriorados y hacinamiento. Tras las obras de ampliación que se realizaron sobre lo que antes era el patio de la escuela, tienen mayor comodidad. Los talleres siguen funcionando en la parte “vieja”, al fondo de la escuela, y en la parte nueva se encuentran las aulas, dirección y áreas administrativas.





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