BUENOS AIRES (NA-Medios Digitales). El exgerenciador del boliche República Cromañón, Omar Chabán, quien había sido condenado a más de diez años de prisión por la muerte de 194 personas durante el incendio del local nocturno en 2004, murió ayer a los 62 años a causa de la enfermedad terminal que lo afectaba.Chabán sufría del Linfoma de Hodking, en las últimas horas su estado se había agravado, y falleció a las 12.40 del lunes en el Hospital Santojanni, del barrio porteño de Mataderos, según informaron autoridades sanitarias porteñas.A principios de agosto pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal número 24 dejó firme la sentencia condenatoria contra el empresario a diez años y nueve meses de prisión por el trágico incendio ocurrido el 30 de diciembre de 2004 durante un recital del grupo de rock Callejeros. Sin embargo, por su estado de salud, Chabán cumplió parte de la condena en el hospital Santojanni y también se le concedió la prisión domiciliaria.En octubre pasado, un informe del Cuerpo Médico Forense indicó que Chabán padecía el linfoma de Hodgkin estadio IVB y tenía altas posibilidades de evolucionar de manera desfavorable “en el corto tiempo”.“El cáncer se encuentra diseminado”, detalló el informe, donde además se manifestó que la dolencia estaba “comprometiendo a órganos extraganglionares y se diseminó hasta ganglios linfáticos, en el pulmón, hígado y médula ósea”, mientras que la revista Rolling Stone informaba que el empresario pesaba menos de 50 kilos y no podía valerse por sí mismo. Desde el ambiente del rock hubo repercusiones que llegaron por la red social Twitter, como la de Andrés Calamaro, quien le dejó un mensaje afectuoso al empresario, o la de la reaparecida Erica García.“QEPD OMAR ; te recordaremos con afecto aquellos que te conocimos”, expresó el autor de “El Salmón” desde su cuenta, mientras que García expresó por el mismo medio: “Chaban Puede que sea un chivo expiatorio pero tamp era tan buena persona y nos manipulaba, ave oscura… ni ángel ni demonio, que vuele”.En tanto, familiares de las víctimas de Cromañón se enteraron de la noticia de la muerte de Chabán durante un encuentro que se llevaba a cabo en la Legislatura porteña bajo la consigna “Basta de muerte joven y evitable”, organizado por la ONG “Familias por la Vida”, en el marco de la conmemoración de los diez años de la tragedia de Cromañón.Nilda Gómez, madre de una de las víctimas del incendio del boliche de Once, expresó: “Fue conmovedor porque nos hizo volver el tiempo atrás. Hace 10 años mataban a nuestros hijos y hoy se va una parte de Cromañón”.“La gente pensará que estaríamos contentos por la muerte de Chabán, pero nosotros queríamos que cumpla su condena en la cárcel”, indicó.Por su parte, Severo Calderón, quien perdió a su hijo en la tragedia, dijo: “Se hizo justicia, pero queda la sensación de que se lleva un montón de secretos a la tumba”.La noche que cambió todoChabán era un personaje desconocido para la gran mayoría de la opinión pública pero no para el ambiente de la música, sobre todo del rock y del arte under, donde él se desarrolló toda su vida, e incluso se aferró aún más cuando empezó a declinar su situación por lo ocurrido en Cromañón.Cemento, un templo under donde actuaron grandes bandas de rock locales en sus comienzos, ubicado en la calle Estados Unidos al 1200 del barrio porteño de Monserrat, fue donde Chabán puso en escena su proyecto.Pero su proyección quiso ir más allá y así fue como en abril de 2004 inauguró el local de Once conocido como República Cromañón, donde las principales bandas realizaban sus shows.Pero el uso irracional de las bengalas, la falta de control sobre el límite de espectadores (se comprobó que ingresaron muchas más de las permitidas) y las graves fallas de seguridad que presentaba el lugar (una puerta de emergencia estaba cerrada con candado) fue un combo explosivo que el 30 de diciembre de 2004 y a raíz de un incendio cuando tocaba en el escenario el grupo Callejeros, hizo que 194 jóvenes perdieran la vida. Esa noche, Chabán, nacido en 1952, huyó del lugar según acusaron sobrevivientes, y fue detenido poco después, aunque lo liberaron cinco meses después de la tragedia, y luego volvió a quedar detenido por dos años hasta que recuperó su libertad a fines de 2007.Llegó en libertad al juicio en el cual el Tribunal Oral Criminal 24 lo condenó a 20 años de prisión por estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo, pues se sospechó que pagó coimas a policías para evitar que los controles restringieran el ingreso de más asistentes de lo permitido.Pese a la condena, Chabán siguió en libertad y en abril de 2011 tuvo una buena noticia: la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal alivió la calificación al determinar que el estrago fue culposo, no doloso.En 2012 la nueva pena impuesta a Chabán fue de 10 años y 9 meses de prisión (sobre un máximo de once previsto por los delitos) pero pese a ello el ex gerenciador de Cromañón siguió en libertad.Ello terminó a fines de 2012 cuando la misma Sala III rechazó un recurso extraordinario por el cual Chabán pretendía llegar a la Corte Suprema por esa vía, con lo que la condena quedó firme y el Tribunal 24 dispuso su detención. Sus polémicas frases “Les pido disculpas a los padres. Yo soy el responsable absoluto. Yo en estas condiciones hubiera matado a la gente (responsable). Yo no tengo hijos porque quise ser soltero, pero mi madre murió por esto”.“Callejeros es muy buena gente, yo tuve una relación super excepcional. Los inspectores y el juez contravencional también eran gente excepcional que hacía su trabajo muy bien”.“No sé quién pasó las bengalas. O si las entró uno solo. A mí personalmente no me gusta tocar a una persona. Si yo voy a un lugar, nadie te toca el cuerpo. Entonces acá no era así”.“El Instituto Nacional de Tecnología, el Same, la Municipalidad, la Policía, el público, determinados padres, los medios de comunicación, la Justicia
misma son responsables. Cuando todos ellos me digan qué responsabilidad tienen, entonces yo te digo: mirá, tengo determinada responsabilidad”.“Los artistas e intelectuales no salieron a defenderme. Tendrían que haber salido todos al minuto, sin ningún miedo. Yo ayudé a toda la gente del teatro. Lo peor de la vida es la traición”.“Estos chicos (por los que tiraron la bengala) con esa actitud rebelde le cagaron la vida a todo el mundo. No toda la sociedad se tiene que hacer responsable por este acto”.“Es medio ficcional el tema de la seguridad. Porque los controles fueron muy estrictos, contrariamente a lo que se cree. Pero hubo una intencionalidad extraña. Fue la juventud que no respeta la autoridad”.“A mí me dieron cadena perpetua, que en la Argentina implica 50 años. A Videla no le dieron en el primer fallo 50 años por el tema de robo de bebés”.





Discussion about this post