POSADAS. La licenciada en Economía Mercedes D’Alessandro ofreció una charla abierta la semana pasada en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, donde brindó su perspectiva de la economía actual y lo que depara para el futuro, con el título “Economía y crisis económicas: claves para entender el presente y pensar en el futuro”.Minutos antes accedió a una entrevista con PRIMERA EDICIÓN donde planteó sus puntos de vista.Habla de entender el presente y pensar en el futuro. ¿Qué nos espera?Venimos de un período largo de crecimiento y en los últimos dos años vemos menor actividad económica, empieza a verse desempleo, la pobreza está creciendo, el problema del dólar, la fuerte inflación… El modelo así como está no puede continuar. Tenemos que ver cuáles son las alternativas que se han tomado y cuáles quedan. Uno de los inconvenientes es el control de cambios o cepo al dólar: han limitado la fuga de capitales, hay una serie de medidas para frenar la suba de dólares en un momento en que la Nación necesita, el problema es cómo hacer que entren dólares a la economía.¿Cómo hacemos?Hay tres formas. Una es exportar. La mayor parte de la exportación argentina es soja, las exportaciones están bastante bien, pero el problema es que importamos muchos bienes y maquinaria para producir, eso hace que se achique nuestro resultado, además tenemos problemas energéticos en donde se fugan muchos dólares, esa fuente está agotada. Otra forma que se ha tenido históricamente son las privatizaciones, pero el Estado hoy está en un camino de estatizar, no en un camino privatizador. Y la tercera vía es el crédito externo. Ahí se hicieron negociaciones con el Club de París y otros, pero el problema que apareció fue el fallo del juez Griesa con los fondos buitres, eso detonó esta restricción externa que ya venía existiendo.Se esperaba que a fin de este año ingresara dinero para poner en marcha YPF o proyectos de infraestructura, generar confianza, pero este fallo dejó todo en suspenso y mientras no se resuelva, estamos en una situación compleja. ¿Cómo se resuelve? Depende de muchas cosas, no sólo del juez Griesa, mientras tanto se están haciendo negociaciones para recibir dinero de China o Rusia, pero la recesión que entró el país se agravó con este fallo y se prevé que siga igual hacia 2015.A principios de año hubo una devaluación, ¿es conveniente otra?La devaluación ha sido una salida histórica de Argentina frente a la crisis. Cuando hay problemas de balanza de pagos, una manera de mejorar eso es devaluar la moneda, se gana más plata por las exportaciones y se paga menos por importaciones. En los 90 se importaban televisores, zapatillas, ropa, pero en la última década esto cambió porque era caro importar. Pero la devaluación tiene un gran problema, porque la mayor parte de la industria nacional funciona con productos importados que se encarecen y eso hace que se encarezca la producción y compita con el salario de los trabajadores. Si todos los costos de maquinaria suben, el costo del salario será la variable de ajuste, por eso no es el mejor camino. En el corto plazo sirve, pero en el largo plazo es un problema.¿Cuál es el valor real del dólar: el blue o el oficial?La brecha está muy alta. Ahora el Banco Central está comprometido a bajarla con la Gendarmería. El tema es que subir el dólar es devaluar la moneda y tiene impacto en el salario.Menciona la palabra crisis. ¿Ya estamos en ella?Para mí, estamos en la puerta de una crisis, pero yo no soy fatalista en esto, es una crisis de características distintas a la de 2001, donde el 50% de la población quedó bajo la línea de pobreza y había 26% de desempleo. Fue una situación con mucho descontento social, mucha gente en la calle y afectó no sólo a pobres sino también a la clase media por el corralito que incautó y pesificó depósitos. Estamos lejos de esa situación, producto de muchas medidas que se han tomado, pero es un problema porque el Estado enfrenta un déficit público, gasta más de lo que recauda. Son todos elementos que convergen a una crisis: veníamos de superávit, había dólares, todo eso hoy se acabó, por eso es tan importante el financiamiento externo y el problema de los buitres se convirtió en algo tan importante.¿Cómo reactivamos de nuevo la economía?El Estado está ensayando medidas que no son demasiado buenas: el Procreauto, el Ahora 12, para incentivar el consumo, pero si yo gano 5.000 pesos por mes y no tengo capacidad de ahorro y esto me pasa hace cinco años, significa que me estoy descapitalizando también. Si quiero cambiar la casa, el auto o ampliar mi local, o ponerme un negocio, en ese sentido estoy complicado. Esos programas estimulan el consumo a corto plazo, pero no a largo plazo.Se necesita una entrada grande de dinero, obras de energía, infraestructura, puentes. La industria necesita insumos, maquinaria, capacitación de cuerpos técnicos. La reversión del ciclo necesita inversión, privada o de extranjeros.¿Cómo se frena la inflación?Hay diversas teorías. Algunos dicen que se debe a grupos concentrados que manipulan los precios; otros dicen que la emisión monetaria genera inflación: como el Estado se financia emitiendo, hay plata en la calle y los precios suben, pero si deja de emitir se desfinancia, el consumo cae y con él la actividad. Por último, está la teoría de que la inflación se provoca por los costos. Por ejemplo, en la industria automotriz, por cada dólar que vende importa tres en insumos y maquinaria, entonces quiere decir que los costos de producción de cualquier empresa son muy altos. Además, tenés la expectativa de la gente, que dice va a haber inflación y compra para protegerse. Son distintas vías, todos los mecanismos actuando en conjunto. Entonces, para frenar la inflación hay que atacar un abanico de cosas, los “Precios Cuidados” solamente no sirven. Hay que cuidar los precios, la emisión, la expectativa de la gente y los costos importados. Es un conjunto de cosas.¿Un cambio de Gobierno puede darle un respiro a la economía?Creo que sí, incluso dentro del kirchnerismo o fuera, el próximo Presidente debería tomar algunos cambios, sea de un partido alineado al actual o más radical. Pero las propias opiniones de la gente tienen hoy un componente de votos “anti”, eso presiona a los candidatos a proponer cambios para obtener esos votos.





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