OBERÁ. “Se viene un verano sufrido para los obereños”. Así lo confirmó el gerente de Agua Potable de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo), Julio Ansín, después de que varios barrios estuvieran sin suministro durante todo el fin de semana, hasta el martes inclusive. En octubre pasado, el presidente de la Celo, Federico Weyreuter, anunció que para noviembre estaría funcionando el acueducto del arroyo Bonito, en ocasión en que la entidad invitó a periodistas y referentes de otras instituciones de la ciudad a una recorrida por la obra. A pesar de ello, Ansín declaró que “no me arriesgaría a estimar su uso antes de fin de año”. Sostuvo que la estación transformadora “está en desarrollo, para enero estaría culminada, por lo que seguirían las pruebas, así que será en enero o febrero cuando se pueda utilizar”, expresó, anticipando que en consecuencia será un nuevo verano sufrido para los obereños. En relación a la esperada obra del acueducto del Bonito, detalló que “lo que significa la toma y bombeo está concluido. La subestación que alimentaría el nuevo bombeo y la planta en sí, se está construyendo. Son cuatro de 220 metros cúbicos, o sea que llegaríamos a 880 con la posibilidad de alimentar la planta vieja y la nueva con la misma conexión”. Además, se prevé que “si necesitáramos más caudal trabajaríamos con el arroyo Ramón. Eso está todo concluido, faltan detalles, lo edilicio está todo. Ahora lo que le sigue es la etapa electromecánica, que en un mes se terminaría. Después, la obra de la cisterna, de un millón y medio de litros. Es de 25×25 metros por casi 3,5 de profundidad, está en etapa de construcción la losa superior, y en mes y medio estaría finalizada”, explicó. Entonces, si el desarrollo es el previsto, a fines de enero se podrían iniciar las evaluaciones funcionales.Sin agua y siguen los cortesBarrios populosos como Schuster, Norte, Docente, 180 Viviendas y Villa Svea, entre otros, sufrieron el corte del servicio durante la jornada del sábado. Para colmo, antes de que les fuera restablecido, la ciudad sufrió un corte total del servicio, por lo que los sectores mencionados estuvieron casi cuatro días sin agua potable. Si bien la Celo anunció la normalidad del funcionamiento del servicio, los cortes rotativos hicieron que esos sectores aún el martes continuaran sin el líquido vital. “Nosotros continuamos con los cortes normales y habituales que venimos realizando a la población debido a que la capacidad actual no abastece totalmente la demanda. En particular esos barrios fueron los más afectados, ya que hubo corte de la energía eléctrica y no se pudo cumplir el bombeo”, trató de explicar el gerente de Agua Potable de la Celo.“Fue por retraso en la potabilización. A la noche del domingo se habilitó, los barrios que se cortaron el sábado tuvieron dos días de corte. En esa zona, cuando se hace corte, abastecemos con el pozo que tenemos, pero justo el domingo tampoco se pudo trabajar por el corte de energía”, agregó. A pesar de la afirmación de la cooperativa de que todo se normalizó, los socios de esos barrios el martes continuaban sin el líquido vital. Las quejas se multiplicaron y la falta de respuestas provocó malestar en la comunidad.Los vecinos damnificados cuestionan el hecho de ser afectados siempre por los cortes a pesar de que se dice que son rotativos. “Los cortes se hacen en diferentes barrios. Hasta que no se termine la nueva obra no tendremos capacidad de traer más agua”, insistió el funcionario de la Celo.




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