DISTRITO FEDERAL, México (AFP-NA-Medios Digitales). El fiscal general mexicano, Jesús Murillo Karam, ofreció los testimonios de dos detenidos quienes aseguraron haber participado en la muerte y la calcinación de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala hace mes y medio, donde fueron detenidos por policías de esta localidad y de la vecina Cocula. “No tengo ninguna duda de que ahí hubo un homicidio masivo y hay indicios de que son los estudiantes”, dijo.Sin embargo, como no se han podido hacer pruebas de ADN porque lo único que se han encontrado son cenizas en dos grandes bolsas de basura en el municipio de Cocula (a media hora de Iguala, también en el estado de Guerrero), el fiscal aseguró que la investigación sigue abierta. Se sigue considerando a los jóvenes como “desaparecidos”, añadió, y se ha pedido ayuda a unos laboratorios especializados en Austria para que hagan pruebas mitocondriales que puedan llevar a la identificación de los restos. Karam no dijo cuánto tiempo puedan tardar estas pruebas y puso como ejemplo del estado de los restos que cuando los peritos intentaban coger un diente este se convertía en polvo.Karam se reunió con los familiares y, según dijo, les ofreció los mismos datos que a la prensa, basados en los testimonios de tres detenidos hace ocho días, dos de ellos participantes confesos en los homicidios.En vídeos grabados por la fiscalía y presentados a los medios, se escucha a estas personas reconstruir los hechos de aquellos fatídicos 26 y 27 de septiembre. Según estos testimonios y las explicaciones de Karam, los jóvenes fueron detenidos por policías locales y entregados a miembros del grupo criminal Guerreros Unidos quienes los transportaron en dos camionetas hasta una brecha (un barranco) junto al basurero de Cocula.Algunos de los jóvenes llegaron a ese punto ya muertos “asfixiados” dijo, mientras a otros los mataron en ese lugar y luego los lanzaron, agarrándolos por brazos y piernas, barranco abajo. Los asesinos hicieron después un cerco con piedras y dispusieron los cuerpos, ya cadáveres, “como si fueran leña”, luego les rociaron con gasolina y diésel y les prendieron fuego.Según las declaraciones de los implicados el fuego estuvo vivo desde la medianoche del viernes 26 de septiembre hasta las dos de la tarde del sábado, es decir 14 horas, y no se pudieron acercar a los cuerpos hasta las 5 de esa tarde. Fue entonces, continúan los detenidos, cuando les ordenaron romper los huesos calcinados, meterlos en bolsas grandes de basura negra y lanzarlas al río. Algunas se hundieron otras flotaron, detallaron los testigos.“Hasta que se haga justicia”El presidente Enrique Peña Nieto habló poco después de las explicaciones del fiscal y dijo que se hará justicia. Los padres de los estudiantes dijeron que el encuentro con Karam había sido “tenso” y, que todavía no se podía asegurar que fueran los muchachos, alumnos de primer curso de la escuela de magisterio Normal Rural de Ayotzinapa, y desaparecidos desde hace mes y medio y subrayaron que querían resultados con pruebas.“La desconfianza sigue o exige y no podemos aceptar una verdad sin pruebas ni evidencias”, dijo uno de los familiares, Felipe de la Cruz. “Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias de esto”. De la Cruz consideró que las explicaciones del gobierno federal se deben a que el presidente Peña Nieto sale de viaje el domingo y “hoy tratan de cerrar el caso” de manera “descarada y cruel”. “Que digan que las bolsas de Cocula puedan ser los jóvenes, es una forma de seguir torturando a los padres de familia, y no lo vamos a permitir”.Para el gobierno federal esta ha sido una de las mayores investigaciones de la historia de México con más de 60 detenidos pero ONG como Human Right Watch han criticado la actuación del ejecutivo que actuó tarde y mal. Según este colectivo, no protegió a los estudiantes aunque supo de los hechos “en el momento que estaba ocurriendo” y el ejército no actuó aunque todo ocurrió “a 100 metros de una base militar”.Los padres no bajan la guardiaPor el momento, los agotados padres de los estudiantes son los primeros en prometer no “bajar la guardia” ante el nuevo giro en las investigaciones al que no dan crédito.“Parece que el gobierno, con una gran irresponsabilidad, le interesa que esto se vaya cerrando porque todo es en base a testimonios, no hay nada certero”, dijo Meliton Ortega, tío de un desaparecido.Asegurando que sólo creerán esta versión si estos restos son verificados por un peritaje independiente de forenses argentinos, Ortega advierte: “Se quiere decir que aquí se acabó todo, pero nosotros estamos cada día más fuertes a pesar de la tortura y seguiremos incrementando el nivel de movilizaciones”.Mientras, un viaje a China Y, mientras, el mantenido pero recortado viaje del presidente mexicano a China y Australia para participar en cumbres económicas como la del G-20 sigue levantando polvo.Los padres lo consideran una falta de sensibilidad, mientras que analistas como el exoficial de inteligencia mexicano Alejandro Hope muestran sus suspicacias de que las nuevas revelaciones que el gobierno logró desde la detención de los sicarios hace doce días fueran reveladas un viernes y antes del viaje del mandatario. “A mi me parece que hay un intento de administrar tiempos. Se guardaron información imagino que por razones que tienen más que ver con tiempos políticos”.





Discussion about this post