POSADAS. La inseguridad preocupa y mucho. Los números en Misiones son alarmantes y más altos que nunca. Este año, por ejemplo, ya son casi diez las personas que murieron en manos criminales, asesinadas en violentos robos. Si se suman cuestiones interpersonales, los homicidios llegan a números escandalosos. Sin embargo, más allá de esa preocupación, la realidad indica otra cosa: en la provincia, antes que cualquier atraco feroz o pleito fatal, son los siniestros viales los que se llevan más vidas.Como siempre en este área, los números son abrumadores. Y es que entre 2012 y 2013 perdieron la vida nada más y nada menos que 549 personas por hechos de tránsito, en contraste con las 159 vidas robadas en hechos de sangre, tanto de índole delictivo como interpersonal.Los números corresponden a la estadística exclusiva que todos los años elabora PRIMERA EDICIÓN y que lleva a una sola conclusión: más allá de los homicidios “dolosos” o intencionales, la sociedad misionera enfrenta una problemática que pocos parecen percibir. Son las rutas y no las balas o los cuchillos las que causan más decesos entre los habitantes de la tierra roja.Como en una buena parte del país, la estadística indica que en Misiones es más probable morir en una colisión en la ruta que en manos de un delincuente o de un vecino dispuesto a zanjar un pleito de años. Todo pese a que los hechos enmarcados en el primer grupo pueden prevenirse. Y pocos parecen tener esto en cuenta a la hora de salir a la calle y subirse a un vehículo.Hablan los números. En 2012, por ejemplo, fueron 82 las personas asesinadas en la provincia, pero 286 las personas que perdieron la vida en siniestros viales en los caminos misioneros. Es cierto que la inseguridad crece, pero también es verdad que un peligro mucho mayor acecha fuera de casa.Las cifras se repiten en 2013, cuando fueron 77 las víctimas por hechos de sangre pero 263 las que perdieron la vida en una colisión o despiste.El número total de esos dos años indica que en esos 24 meses fueron asesinadas 159 personas, siquiera la mitad de las 549 que perecieron en las rutas misioneras. Y de esos números surge que hay 3,4 veces más muertos por siniestros viales que por homicidios. Para el análisis. Para ponerlo en palabras, se puede repetir entonces el título y decir que los muertos por el tránsito en Misiones triplican a las víctimas de homicidios.Esa disociación entre unos y otros hechos tiene que ver con que, en general, nadie entiende que una muerte de tránsito tenga que ver con la inseguridad. Pero se trata de lo mismo. O al menos así lo entienden las autoridades a nivel regional a través de los informes que se publican todos los años.De regreso a nuestra provincia, los encargados del análisis apuntan a que, como suele suceder a nivel mundial, los episodios viales fatales que se suceden a diario tienen que ver casi en un noventa por ciento con fallas humanas.Entonces vuelve a tomar protagonismo la inobservancia de las leyes de tránsito, la negligencia con la que se maneja. Motociclistas sin casco, conductores alcoholizados o vehículos circulando por las rutas al doble de la velocidad máxima permitida son postales diarias que se presentan todos los días en la provincia.¿Cómo disminuir las cifras? Sin dudas la responsabilidades son compartidas. De las autoridades, pero también de los que todos los días salen a la calle sin reparar en que cambiar el panorama -que vuelve a proyectarse oscuro para el presente año- es parte de una acción colectiva y depende de todos.





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