POSADAS. Una más y van… Se suman las quejas contra Electricidad de Misiones SA (Emsa). A los reiterados reclamos de los vecinos de distintas zonas de la provincia por los cortes en el suministro eléctrico durante los insoportables días de calor de la semana anterior, ahora los habitantes del Barrio Rocamora de esta ciudad levantan la voz para hacer escuchar su reclamo. “No hay alumbrado público en el barrio, se rompieron las máquinas que lo generaban y durante la noche no podés ver ni tu mano, aunque la tengas enfrente de tu cara”, denuncian. Sucede que, desde hace algún tiempo, extraños se encargan de manera regular de romper los focos de las calles de sus viviendas. Entonces, durante la noche viven en una oscuridad que asusta. “Cuando salimos no sabemos si vamos a volver. Hace un tiempo se mudó a la esquina de nuestra cuadra un grupo de gente que vive todo el día escuchando música alta y tomando alcohol y también creemos que consumen drogas. Sospechamos que son ellos quienes rompen los focos y el cable que alimenta al alumbrado público”, asegura Marta Franco, vecina de la chacra 70, en dicho barrio. El problema se incrementa porque Franco tiene una hija asmática de quince años. “Los cuadros se le presentan cada vez con mayor frecuencia. Entonces tengo que llamar a la ambulancia y hay veces que viene de madrugada y tengo que salir a esperarla con una linterna en la mano porque por la oscuridad no llega, y eso es un peligro. En esos momentos en los que estoy esperando en la calle, no sé qué me puede pasar”, indicó.Vivir con miedoDurante el día la vida transcurre con cierta normalidad, hasta que baja el sol y nadie se anima a salir y dejar su casa sola por el miedo a que estas personas ingresen a sus viviendas a robar. Sin ir más lejos, el fin de semana pasado se realizó la fiesta de quince años de la hija de Franco en una vivienda del barrio. Los familiares se turnaban para ir hasta sus casas a ver si todo estaba en condiciones. Nuevamente, sólo bajo la luz de la luna. Cansada de esto, Franco se acercó hasta las oficinas de Emsa a reclamar por la restauración del alumbrado público. Como en toda oficina del Estado, fue de escritorio en escritorio, hasta que le dieron un número telefónico al que comunicarse. “No pienso llamar a ese número, yo no sé con quién estaré hablando, puede ser el que hace la limpieza. Yo quise hablar cara a cara con quien correspondía”, indicó. Igual, salió sin ninguna solución o fecha concreta de arreglo: “Me dijeron que espere al lunes, martes o miércoles, sin fecha clara, pero no podemos seguir esperando más”, aclaró.“Cómprese una picana, señora”Como no escucharon su reclamo en Emsa, se dirigió hasta la Policía que corresponde a su jurisdicción para alertarlos y pedirles que haya más controles por la noche. La respuesta de los uniformados fue cómica: “Cómprese una picana, señora. Vaya a La Placita, ahí venden baratas y si viene alguien a hacerle algo, use la ‘maquinita’”. “Todavía no puedo creer, cómo voy a hacer algo semejante, además soy una señora grande, pueden hacerme daño. No sé más a quién recurrir. Estamos pidiendo cosas mínimas como luz y seguridad y nadie nos da una solución”, finalizó.





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