POSADAS. Bajo el amparo de las estrellas y un registro térmico sumamente agradable, un marco sensacional que se potenció con una puesta en escena impecable, un gran escenario, en la Villa Cultural de la costanera posadeña, la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) premió la trayectoria de Los Nuñez.Pasadas las 20, María Belén Ruppel subió con dos guitarristas, su padre José Buby Ruppel y el histórico Luisito Pérez para deleitar a alrededor de medio millar de espectadores, con canciones como “Por un trompito y un tren”, de Alcibíades Alarcón; “Nuestros sueños y la distancia”, de Bocha Sheridan y dos perlitas de Sosa Cordero, “Alma Guaraní” y “Galopera”. Y la fiesta continuó con la propuesta de Noche Loca. Así, con toda la música sertaneja, gran influencia del Brasil y su música de la zona sur riograndense, más covers de autores latinos con muchas dosis de batucada, acordeones (genial Sergio Tarnowski, que va del teclado al fuelle con mucha naturalidad), sumado a la onda y alegría que le pone el cavaquinho de Marcelo Kuczek y el carisma de Raúl Mandagarán, gran cantante y animador, todo fue confluyendo para el hito mayor: un recital formidable de Los Nuñez.Antes que los hermanos nacidos en Campo Viera cumplieran con su cometido, descocar a más de 500 espectadores, el gerente de AADI, Horacio Bartolucci, tomó el micrófono y habló de varios aspectos de la institución, que ya llegó a los 26 mil adherentes, y que sigue ampliando la defensa de los derechos de los intérpretes.Y llegó la explosión de Los Nuñez, primero en cuarteto, con el músico correntino Diego Velázquez en bajo, Cacho Bernal en la percusión, que se unieron a dos hermanos que se sentaron a la par e “incendiaron” sus instrumentos, el bandoneón y la guitarra, para dar rienda suelta a lo que se convirtió en una gran noche.





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