POSADAS. Una menor de siete años declaró en las últimas horas ante la Justicia en calidad de testigo y complicó la situación de un detenido acusado de homicidio, “al ratificar que el sujeto amenazó de muerte a la víctima 24 horas antes del crimen”, señalaron fuentes oficiales. Se trata de la nena cuya joven madre, identificada como Yanina Andrea Benítez (24), fue estrangulada en su vivienda del barrio Unidos de Garupá, el pasado sábado 18 de octubre. El sospechoso de cometer el crimen es el padrastro de la chiquita, la cual, acompañada de su padre biológico, compareció el pasado miércoles a la tarde ante el juez de Instrucción 6 de Posadas, el magistrado Ricardo Walter Balor. La menor, quien previo al trámite judicial fue entrevistada por psicólogos del Poder Judicial (ver recuadro), se mostró “tranquila y segura a la hora de hablar”, precisó un portavoz del caso. La presencia de la pequeña para brindar su testimonio resulta clave para echar luz sobre la causa, por ello los investigadores vieron como fundamental que se pudiera realizar la citada audiencia de declaración testimonial. De esta manera la menor ratificó lo que refirió a los pesquisas policiales tras descubrirse el homicidio: que “escuchó cuando su padrastro amenazaba de muerte a su madre biológica”, confió la misma fuente. Esta amenaza, según los dichos de la chiquita, fueron proferidas un día antes del homicidio, más precisamente el viernes 17 de octubre último en horas de la noche.En esas circunstancias el imputado le habría dicho a la joven víctima: “Mañana vas a estar muerta”, siempre de acuerdo a las fuentes. El crimenEl horrendo episodio se conoció a las 11 de aquel sábado en una vivienda del barrio Unidos de Garupá. En dicho asentamiento, la joven madre fue hallada muerta sobre una cama con signos de estrangulamiento. A esa misma hora, su pareja se presentó en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X para denunciar que había peleado con la mujer. Aunque el sospechoso se presentó voluntariamente ante dicha dependencia para contar la pelea, fue muy llamativo que jamás dijo que su pareja estaba muerta. Los pesquisas creen que lo sabía y que por eso insistió en que las autoridades verifiquen la escena. Se presume que, al notar muerta a su mujer, decidió cerrar la casa desde afuera con el único juego de llaves de la familia y escapar con el bebé de ambos, de apenas cinco meses de vida. En el interior del inmueble, en otra habitación, descansaba una hija que la mujer tuvo fruto de una relación anterior. La pequeña de siete años se despertó esa mañana y fue en busca de su mamá, que yacía sin signos vitales. La nena, quien ahora declaró como testigo, fue quien salió de la vivienda y avisó a los familiares de lo sucedido. Ahora sus dichos pueden servir para esclarecer el caso. Evaluada por psicólogosMédicos psicólogos del Poder Judicial se entrevistaron con la menor de apenas siete años y llegaron a la conclusión de que estaba en condiciones de declarar ante el juez que investiga la causa.“Pese a su corta edad se desenvuelve muy bien ante los adultos y se encuentra apta y en condiciones emocionales de brindar testimonio en calidad de testigo en el marco de la investigación por el homicidio de su madre”, concluyeron los facultativos.Se supo que estuvo contenida en todo momento por profesionales y su padre biológico durante el trámite judicial. Vale recordar que el imputado dijo no recordar nada de lo ocurrido con relación a una discusión que mantuvo con la víctima antes del hecho.





Discussion about this post