ASUNCIÓN, Paraguay (Agencias). Las asociaciones de prensa de Paraguay alertaron ayer que el asesinato del periodista Pablo Medina y de Antonia Almada, su asistente en sus reportajes sobre narcotráfico, “son un retroceso para la libertad de expresión y ponen en peligro la propia democracia paraguaya”.Medina, de 53 años y corresponsal del diario ABC Color en la localidad paraguaya de Curuguaty, murió el jueves después de que dos personas vestidas con ropas de camuflaje interceptaron su coche cuando volvía de una cobertura en Crescencio González y le dispararon.Almada, de 19 años, quien le acompañaba, recibió dos impactos de bala y falleció camino del hospital.El Foro de Periodistas Paraguayos (Fopep) dijo en un comunicado que los asesinatos, atribuidos por el Gobierno a las redes del narcotráfico, “ensombrecen la democracia paraguaya” y hacen peligrar “las libertades públicas y la libertad de acceso a la información”. “Es una voz más que se acalla, de las tantas que a diario denuncian delitos que quedan impunes, injusticias contra los más vulnerables y corrupción en las más altas esferas del estado”, señala el comunicado.Fopep también denunció las “condiciones insostenibles en las que trabajan cientos de periodistas por la sola razón de defender un principio inalienable de la democracia, el derecho de las personas a informarse de los que suceden a su alrededor”.La asociación instó al presidente paraguayo, Horacio Cartes, y a todos los poderes del Estado a proporcionar a los periodistas las garantías necesarias para el libre ejercicio de su profesión.





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