POSADAS. Los vecinos de la avenida Zapiola, entre Santa Cruz y la ruta 12, estaban entusiasmados cuando se enteraron de que llegaría por ahí el empedrado que tanto tiempo habían esperado y que pidieron a todo aquel que quisiera escucharlos. Pero cuando las obras comenzaron, también lo hicieron sus lamentos y preocupaciones. En mayo, PRIMERA EDICIÓN se había acercado hasta el lugar, con las obras para el empedrado recién comenzadas, para que los vecinos contaran las vicisitudes que atravesaban en aquel momento: para poner el cordón cuneta, los operarios de la empresa ganadora de la licitación, guiados por los planos que les proveyó la Municipalidad capitalina, bajaron el nivel de la vereda, en algunos casos, hasta casi un metro. Literalmente, había quedado un precipicio entre el final de las casas de algunos vecinos y la ubicación del cordón. Con ese panorama, se tornó imposible el ingreso de los autos a los garages de las viviendas. Además, la cañería de agua potable, que es de la cooperativa del barrio, quedó sobre el nivel del cordón, por ello no podían hacer la entrada de los autos porque quedó al descubierto el caño de agua, el que debían bajar completo. Más arriba, para completar, pasaba la fibra óptica, por ende no podían hacer la vereda a un nivel de cordón porque se iban a chocar con ella, que está a 80 centímetros. Todo esto según las afirmaciones de los vecinos en mayo, a dos meses de iniciado el esperado empedrado.Casi seis meses después, el problema está solucionado, pero porque los vecinos decidieron tomar el “toro por las astas” y echar manos a la obra. “La mayoría de nosotros tuvo que hacer una entrada en nuestros garages, por nuestros propios medios, sin que nadie de la empresa constructora se acerque a tratar el tema con los vecinos”, indicaron. En algún momento se había hablado de una reunión entre los ingenieros encargados de la obra y los frentistas. Según estos últimos, “nunca ocurrió”. De igual manera, para estos días estaba previsto que la comisión vecinal se reúna, de una buena vez, con representantes de la empresa encargada de la obra y la Dirección Provincial de Vialidad, para aclarar tantos y ver cómo seguir de ahora en más. La realización del empedrado pasó ya la avenida Santa Cruz y ahora se dirigió hasta la otra cuadra: entre Santa Cruz y Comandante Andresito. “No comenzaron a hacer el empedrado y ahora se trasladaron hasta la otra cuadra, entonces las veredas de las casas están como estaban en mayo. Todo quedó igual”, insistieron.Para poder ingresar los autos nuevamente a sus cocheras, los vecinos tomaron la decisión de realizar cada uno y por su cuenta, una especie de rampa en sus veredas. Donde ahora hay una rampa de tierra, antes había un precipicio. “Todo el costo fue asumido por los vecinos, fuimos nosotros los que nos encargamos de arreglar la vereda. Fue imposible conservar el nivel de la misma, entonces quedó todo como estaba. Tuvimos que hacernos cargo nosotros porque pese a los reclamos, nadie apareció”, finalizaron.





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