OBERÁ. Desde el 7 de septiembre, los seis anestesistas que trabajan en las clínicas Epson y el sanatorio Derna de esta localidad no están brindando prestaciones, con lo que dichas instituciones se vieron obligadas a suspender las cirugías.“En promedio realizamos 80 cirugías por mes, pero ahora hace un mes y una semana que no podemos realizarlas”, indicó a PRIMERA EDICIÓN Fernando Mercado, director médico y gerente general de Epson.Resaltó que como consecuencia “hay una complicación económica de las clínicas, porque al no poder operar eso influye en los ingresos mensuales de la clínica” y por otro lado, se recarga al sistema público “porque muchos de los pacientes que se atienden con nosotros deben acudir al hospital para poder operarse”.Mercado indicó que por el momento no han logrado contratar otros anestesistas. Consultado sobre si podría estar habiendo alguna actitud corporativa desde la Asociación Misionera de Anestesia, Analgesia y Reanimación (Amaar), el anestesista Hugo Gutiérrez, expresidente de dicha institución, indicó que “la asociación actúa como un agente de cobro, no puede impedirnos ni obligarnos a trabajar en tal o cual lugar, y eso es así en Misiones y en todo el país”.La raíz del conflictoSegún indicó Mercado, el conflicto lleva un año y comenzó cuando Pami cambió el sistema de pago de las cirugías a sus afiliados. “Hasta hace un año Pami pactaba el arancel con la asociación Misionera de Anestesistas, mandaba a las clínicas el dinero y por lo general, las clínicas tenían que poner 100 o 200 pesos más -para llegar al monto que luego debían enviar a la Amaar”, explicó. Pero con la nueva normativa, Pami estableció un monto fijo -actualmente es de alrededor de 800 pesos- para todas las prestaciones. “Hay prácticas de los anestesistas que cuestan 400 pesos y otras que salen 12 mil, pero por cualquiera de ellas Pami sólo paga 800 pesos, o sea que las clínicas teníamos que correr con el monto restante, lo cual es imposible de sostener”, agregó Mercado.En reclamo a que les paguen esa diferencia, los anestesistas dejaron de dar prestaciones a pacientes de Pami. Fue entonces que las clínicas hicieron una denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Como respuesta, “la Amaar y sus miembros, como represalia, han suspendido en forma general las prestaciones de anestesia”, tal como explican en un comunicado publicado por las clínicas afectadas.“Boicot”En dicho comunicado piden urgente intervención al Ministerio de Salud de Misiones -la semana pasada uno de los socios de Epson se comunicó personalmente con su titular, Oscar Herrera Ahuad, pero según Mercado, al momento no han logrado resolución alguna.En el mismo comunicado señalan la existencia de un “boicot” que afecta no sólo a Pami, sino a todas las administradoras de salud. “Esta forma de actuar no discriminatoria no posee ningún sustento legal, racional o ético”, resaltaron, argumentando que la misma se sustenta en el carácter esencial de la profesión del anestesista y en la cantidad reducida de profesionales (en Misiones son unos 45). Resaltaron que con este accionar ponen en riesgo “las estructuras a través de las cuales ejercen su profesión por el solo afán de demostrar que ellos -los miembros de la Amaar- poseen el poder de manejar el mercado”.Desde las clínicas esperan que pronto pueda resolverse el conflicto para volver a realizar cirugías lo antes posible.




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