POSADAS. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), con su grupo de profesionales, técnicos y especialistas, es el organismo que ha trabajado y elaborado las estructuras de costos, base sobre la cual ha venido trabajando el grupo de técnicos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) en la subcomisión de Costos.Sin embargo, más de uno ha cuestionado que esta matriz no haya sido revisada por el Inta, que tiene en cuenta además diversos esquemas productivos, al momento de elaborar la estructura.Octavio Ingaramo, director del Centro Regional Misiones de la entidad, ha despejado dudas y ha respondido a varios cuestionamientos planteados especialmente por pequeños productores.En una entrevista con PRIMERA EDICIÓN, Ingaramo destacó la calidad de los plantines que viene desarrollando el Inta, buscando mejorar la calidad de la yerba, amén de que algunos productores lo consideren como una amenaza a la productividad, temiendo que en un futuro no muy lejano podría generar una sobreoferta de materia prima, lo que a su vez podría ocasionar una inminente caída de los precios que actualmente se manejan en la zona productora.¿El Inta ha participado en la revisión de las estructuras de costos, base sobre la cual viene trabajando el Inym previo a cada sesión especial de costos?Lo que hicimos en su momento fue armar, diseñar y trabajar en una estructura productiva sobre la cual basar los costos de producción. Esa estructura se ajusta a diferentes esquemas productivos, que aplican distintos paquetes tecnológicos.Tenemos sistemas productivos de bajo uso de tecnología y una grilla de costos de eso. Por eso es que, dependiendo del tipo de tecnologías que aplique, vos tenes distinta producción. Esta situación también se da de forma variada dependiendo del año que le toque a la producción, porque en esto hay años buenos y años no tan buenos. Pero en general, aquellos que tienen mejores prácticas de producción tienden a tener mejores rendimientos.Por ende, uno tiene que saber que los costos de producción uno los hace siempre en referencia a la cantidad producida. Y esta estructura del Inym fue armada originalmente con el Inta, con varios de los directores del instituto y hoy ellos ya cuentan con su propia base.Lo que sí se puede hacer es revisar, rever la estructura, mirarla, porque hoy se está aplicando otro tipo de tecnologías que tal vez hay que ver si están contempladas dentro de la estructura de costos del Inym. No es absurdo que algunos se pregunten si hemos vuelto a revisar con el Inym, ya que también es posible que haya quedado en el tiempo, pero no estamos ajenos a colaborar y el Inta tiene mucho para dar en ese sentido.Parte de la razón de ser del Inta es mejorar los sistemas productivos. Podemos sentarnos a hablar con los técnicos del Inym y hay que destacar una situación que quizás años atrás no se daba y tiene que ver con la interacción que hay entre las instituciones, en este caso Inta-Inym, a pesar de que siempre existió pero ahora se está haciendo más visible. El equipo técnico haría la propuesta, pero el que toma la decisión es el directorio.¿Por qué se trabaja sobre varias estructuras de costos?El sistema productivo es muchas veces una cuestión que el productor no ve, porque está tan metido en su propia idiosincrasia, pero existen tantos sistemas productivos de yerba, como productores hay.Y no es lo mismo un productor de Apóstoles que uno de Oberá, de San Pedro, de Comandante Andresito, de Puerto Esperanza o de Jardín América, y esto es el reflejo de la idiosincrasia. Si hablamos del factor suelo, podemos hablar sobre un factor que influye mucho en la capacidad productiva y el tipo de manejo que se le aplica.A su vez, no es lo mismo que tener un yerbal con 700 mil a 800 mil plantas por hectárea que un yerbal con 2.000 a 2.500 plantas por hectárea. Como hoy se está plantando, bajó históricamente en la cuestión de mejorar la productividad. Antes optimizábamos mucho la producción, pero después nos dimos cuenta de que hoy hay otro componente muy importante que hay que tener en cuenta, que es lo siguiente: no es solamente producir mucho, sino también producir bien y hacerlo de forma tal que yo pueda producir, lo pueda hacer mi hijo, mi bisnieto y todas mis generaciones posteriores.Antes el Inta trabajó en mejores prácticas de producción. No se fijaba mucho si degradaba o no, porque tampoco había una percepción en la sociedad de la degradación de los sistemas productivos. Hoy eso es mucho más importante y Misiones es una provincia que tiene una conciencia de conservación muy fuerte. Esta es una provincia conservacionista de sus recursos, más allá de que tenemos muchos problemas de degradación, pero sí, hay mucha conciencia.A mí me tocó trabajar en Misiones en la década de 1990 y se producía yerba bajo el paradigma tierra roja, planta verde. Y el producto de su paradigma fue una impresionante degradación de suelo.Con muchísima satisfacción, después de quince años, volví a la provincia y ese paradigma prácticamente está desterrado: hubo una conciencia del productor yerbatero que tiene que tener cobertura su suelo y en el cual el Inta ha trabajado mucho en generar conocimiento y tecnología, en el hecho de tratar de trabajar en las coberturas, menores labranzas, en estrategias donde apunte más a la conservación del suelo y en donde hoy el productor aplica más o menos, pero al menos uno ya no se encuentra con esa tierra bastante al descubierto, como sí se veía algunos años atrás.Pero lo que hoy uno encuentra, por lo menos, ya es verde. Ya no está esa tierra roja, planta verde. Eso básicamente viene de la conciencia de conservación del misionero. Somos de conscientes que hay muchísimo por mejorar, pero estamos por el buen camino.Por otra parte, con lo que tiene que ver con la mejora de la calidad genética de la planta de yerba, en eso debemos reconocer que el Inta ha trabajado por mucho tiempo. Es como que hubo un salto en el proceso de las mejoras genéticas. Podemos decir que hoy el Inta cuenta con una planta con genética superior a lo que es ir a cosechar un yerbal cualquiera o juntar la semilla de la canchada del secadero o sacar semilla del monte, por decirlo de alguna manera.Se ha trabajado en lograr, a través de una serie de selecciones, cruzamientos e identificaciones de mejores progenitores, padres para generar una semilla de mejor calidad, que tiende a ser más uniforme.¿Qué es la yerba mate?Es una especie netamente salvaje. Uno cuando hace referencia a determinada cuestión, se hace alusión a que fue creada por la propia naturaleza -lo que el hombre- a lo largo de los tiempos hizo fue una domesticación.La yerba tiene un proceso de domesticación muy incipiente que lo ha hecho el Inta, Las Marías (Establecimiento de yerba mate en Corrientes), Pind
ó (establecimiento de yerba mate). Entonces, entre el material salvaje y este inicio de domesticación, sí hay una diferencia en kilos, en la estructura de planta, pero no en calidad de la hoja.Se trata de una planta seleccionada, contra una que en principio era salvaje. Donde la selección fue natural.El productor promedio en Misiones tiene entre 25 y 20 hectáreas según lo que siempre se dijo. Si él, de esas 25 que tiene yerba, si en diez hectáreas hace 40 mil kilos, en cuatro hectáreas hoy, puede también hacer esos 40 mil. Y en las restantes puede destinarlo a proteger y/o recuperar o hacer plantaciones de otros sistemas productivos que le pueda generar otros ingresos. Hoy el productor, tiene alternativas para probar.




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