OBERÁ. El don de la sanación que abraza el Padre Dario Betancourt en su tarea evangelizadora representa para muchos el camino para superar distintos males. Niños, jóvenes, adultos, abuelos, nadie quiso perderse la oportunidad de escucharlo para superar las dolencias del cuerpo y el alma. En breve diálogo, exclusivo, con PRIMERA EDICIÓN el sacerdote agradeció a todas las personas que se acercaron hasta Oberá. Desde diferentes localidades del país y de países aledaños llegaron grupos, delegaciones, particulares para colmar el Parque. “Tienen hambre de Dios. Son muchos los males que tenemos que afrontar. El diablo no pierde tiempo para hacer equivocar a la gente”, expresó Betancourt.Con sus charlas sobre espiritualidad recorre el mundo porque “el Obispo me dijo vas a ser predicador y aquí estoy”, señaló para agregar que “ejercer el sacerdocio es muy lindo, muy agradable, muy satisfactorio”. La admiración y fe que despierta en la gente tiene pocas explicaciones, sin embargo él asegura que esas “experiencias son maravillosas, es espectacular porque nos hace ver que la gente quiere escuchar hablar de Dios”. “Lunes voy nuevamente a Nueva York y luego a Italia” anticipó. Por otro lado resaltó la figura del Papa Francisco sobre todo en la “búsqueda de la paz en el mundo”.Con 70 años, el Padre Darío Betancourt posee claridad y firmeza en sus conceptos. Fue implacable contra el aborto, abogó por la limpieza del alma y la sabiduría de la maternidad.Testimonios de fe“Hace veinte años que lo sigo” expresó Mónica, quien vio con una amiga desde Concordia, Entre Ríos. “El es todo, cada experiencia es diferente, la espiritualidad que contagia sana heridas”. Mónica como tantas de las personas presentes lleva una carga durísima que hizo que se acercara al Padre Carismático: “la partida de mis hijos hace 14 años en un accidente y hace dos la pérdida de un hijo discapacitado de 17 años, me llevó a él y encontré lo que necesitaba, me emociona, me da fe y la posibilidad de ir sanando mis heridas con el tiempo”. Un grupo de señoras de Alem también compartió su experiencia “cuando supimos que estaría no quisimos perdernos venir”, relató una de ellas “conozco su obra y leí sus libros pero es la primera vez que lo veo. Transmite mucho amor, luz, paz, lo que necesitamos los argentinos”.Rosa vino de Posadas “tengo una enfermedad y vine con una vecina que por un accidente está en sillas de ruedas. Vinimos a pedirle que le bendiga y que vuelva a caminar. Tenemos mucha fe. Ya encontramos lo que buscábamos, yo ya me siento curada”, afirmó.Otro matrimonio de Santo Tomé con lágrimas en los ojos aseguró haber sido curado gracias al Padre Darío. Algunos afirman haber visto a gente dejar los bastones o pararse de una silla de ruedas y haber sido testigos de otros hechos milagrosos.Los testimonios de los asistentes son todos motivadores y de reconocimiento. El poder de transmitir la palabra de Dios y los valores espirituales se conjugan en el mensaje que brinda el Padre Betancourt. Por eso personas con diferentes dolencias, discapacidades o simplemente ávidos de escucharlo se congregaron en este primer día de las Jornadas Evangelizadoras. Otros que no pudieron venir enviaron sus fotos, cartas, pedidos de sanación. La Diócesis de Oberá recibió con alegría la visita del Padre Betancourt y cientos de voluntarios servidores ayudan a que los presentes tengan lo que necesitaban.





Discussion about this post