WASHINGTON, Estados Unidos (DyN-NA). El Fondo Monetario Internacional (FMI) reafirmó ayer sus previsiones sobre el desempeño económico de Argentina en 2014, que indica una caída de 1,7%, a pesar de las críticas de Buenos Aires a la metodología aplicada, y lamentó la falta de un diálogo fluido con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.“Cuando uno analiza el contexto general, nuestro pronóstico se sostiene”, dijo Alejandro Werner, economista jefe del FMI para América Latina y el Caribe, en referencia a comentarios formulados por funcionarios argentinos sobre las previsiones del organismo.El Panorama Económico publicado esta semana por el FMI indica una caída de la economía argentina de 1,7% este año, y un retroceso de 1,5% en 2015.El economista del FMI admitió que esta previsión fue concluida antes de conocerse los números del segundo trimestre de la economía argentina, que experimentó alza de 0,9% con relación al trimestre anterior, pero agregó que la expectativa se apoya en otras cifras.“La producción de automóviles cayó 14% en agosto, las importaciones cayeron 20% y las exportaciones el 11,7%. El contexto recesivo es muy claro”, dijo Werner.De cualquier forma en caso de que exista “una discusión de un punto porcentual más o menos, ello estará dentro del rango de error que tenemos para el análisis de todas las economías”, añadió.De acuerdo con Werner, uno de los factores que complican los diagnósticos es la inexistencia de un diálogo más fluido entre el FMI y los responsables económicos argentinos.“De tener un diálogo como el que tenemos con autoridades de otros países, sabríamos cuál es el programa de política que piensa utilizar en los próximos meses para incorporar a nuestros pronósticos. Pero no tenemos ese diálogo y no veo un cambio de tendencia en esa política”, lamentó.Este mismo viernes, el ministro de Economía Axel Kicillof había dicho a un grupo de periodistas que los datos económicos utilizados para llegar a la previsión del FMI habían quedado desactualizados por no incluir el resultado del segundo trimestre, y por lo tanto en su opinión el pronóstico debería ser revisado.“Algo anda de una forma en la que no estoy de acuerdo en los modelos de estimación”, dijo Kicillof, para expresar su seguridad de que el FMI “tendrá que revisar para arriba” las expectativas con Argentina.El FMI divulgó un documento elaborado por Kicillof para ser presentado ante el Comité Financiero de la entidad, donde cuestiona el modelo adoptado para concluir que el país terminaría el año con caída del PIB de 1,7%.“En el segundo trimestre de 2014 el PIB aumentó 0,9% con relación al trimestre anterior, dejando atrás dos trimestres de crecimiento negativo: -0,5% en el último de 2013 y -0,5% en el primero de 2014”, apunta Kicillof en el documento.Esos números, añade, “están más cerca” de la previsión argentina de un crecimiento de 0,5% este año “que a la figura negativa de -1,7%”.Si se considera los números anualizados, agregó Kicillof en su ponencia, el primer trimestre de 2014 tuvo crecimiento de 0,3%, con 0% anualizado en el segundo. “Así, una proyección de -1,7% sólo puede ser validada con otros dos trimestres de contracción superior a 3%”, indica.Por eso, concluye, las proyecciones propuestas por el FMI son “demasiado pesimistas”.Argentina atraviesa un difícil momento económico, con fuerte presión sobre el mercado cambiario en un contexto de escasez de divisas y alta inflación.Sobre los fondos buitresKicillof, prometió ayer que la Argentina persistirá por “todas las vías” para alcanzar una solución en el litigio con los fondos buitre por la deuda, lo cual pareció alentar alguna posibilidad de que el país encare una salida en enero próximo. “El gobierno va a agotar pacífica, pero rigurosamente, todas las vías judiciales, diplomáticas, internacionales, porque entendemos que esto no es un problema de Argentina con (Paul) Singer”, dijo el ministro en Washington en el marco de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial (BM), respecto del magnate al frente del fondo NML Capital.La decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa elevó la causa contra los fondos buitre “al estatus de un problema de significación internacional”, dijo el ministro.Kicillof dijo que “desde el Gobierno Nacional estamos pidiéndole una y otra vez hace ya demasiado tiempo al propio juzgado que colabore, no con Argentina, con buscar una solución razonable, legal, equitativa a este problema”.El ministro recordó que en una de las reuniones mantenidas con el mediador designado por Griesa, Daniel Pollack, le expuso la necesidad de reunirse “con todos los holdouts”, y no sólo con los fondos buitre. Advirtió que no se puede obligar a negociar a la Argentina “con uno, que es el peor de todos, además, que tiene la llave del cofre. No se puede, no es lógico y Griesa dijo ‘no’, hay que pagarle a Singer”.Kicillof aseveró así que al contrario de lo que está haciendo el juez Griesa la Argentina busca no involucrar en el litigio a los titulares de bonos reestructurados ni a terceros. “No hay camino que no hayamos descartado para alcanzar una solución, y no hay camino que hayamos resignado y que no hayamos tomado para que esto no ponga en riesgo al 92%” que participó de los canjes del 2005 y 2010.Agregó que la Argentina reclamó “al Gobierno de Estados Unidos, al tribunal internacional en Naciones Unidas, en (la corte de) La Haya. Argentina está tomando todas las medidas”.El ministro destacó que “pasó todo” lo que Estados Unidos señaló ocurriría en el caso, en cuanto a que “las ordenes de Griesa violan la Ley de Inmunidad Soberana estadounidense”.Añadió que “esto deja en claro que no es que Argentina “malvinizó” el tema, sino que el gobierno de Estados Unidos dice que si sacan esta resolución va a tener problemas en las relaciones exteriores”.Sobre el tema, el presidente de la Sociedad de Bolsa Puente, Federico Tomasevich, aseguró yaer que en la Asamblea Anual del FMI existe un “consenso generalizado” de que el fallo a favor de los fondos buitre es “impracticable”.El empresario, quien se encuentra en Washington y participa de la reunión del FMI y el BM, consideró que el fallo de Griesa r
efleja un “error severo de entendimiento” por parte del magistrado.“Más allá de que les guste o no las formas en que se maneja el Gobierno, hay un consenso generalizado respecto al disparate de la sentencia de Griesa”, enfatizó.





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