Ambos imputados llegaron a juicio al Juzgado Correccional y de Menores 2 de Posadas, a cargo de César Jiménez, con la calificación de homicidio preterintencional. Las recientes modificaciones procesales obligaron a que el juicio por el caso Mercol se debatiera en dicha competencia, porque no excedía los seis años de prisión la pena que podrían recibir los acusados. En la etapa de instrucción tanto Ruiz como Cantallops fueron detenidos e imputados de homicidio simple. De haber prosperado esta calificación, y porque las penas pueden ser más severas, hubiera sido otra la competencia donde hubieran ido al banquillo de los acusados, en ese supuesto caso, un Tribunal Penal. Pero sucedió que durante la etapa investigativa de la instrucción, el juez a cargo en ese entonces, Eduardo D’Orsaneo, no obtuvo suficientes pruebas o evidencias para sustentar el homicidio simple, por lo que acusó a los ahora juzgados por el delito de homicidio preterintencional. Por ello se debe destacar que si la fiscalía solicitaba ayer una pena mayor, por ejemplo la de homicidio simple, automáticamente el juez unipersonal (César Jiménez) se hubiera declarado incompetente y enviado el expediente para su revisión a un Tribunal Penal, considerando que el Juzgado a su cargo no puede poner en tela de juicio delitos que contemplan más de seis años de prisión. Una vez que la causa cambiara de competencia, corría el riesgo de prescribir en noviembre próximo. No es el caso de la figura o tipo penal que solicitó ayer el Ministerio Público, que es “homicidio en riña o agresión”, que tiene un máximo de seis años de cárcel. Dichas modificaciones procesales fueron creadas por legisladores y son aplicadas por la Justicia.





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